El coronavirus pincha la burbuja del fútbol

El fútbol se libró de la crisis económica del 2008. Camuflados en su burbuja, clubs y futbolistas siguieron viviendo en la abundancia. O, mejor dicho, en el derroche y la opulencia. Pero el coronavirus ha ‘democratizado’ el desastre. Todos los sectores de la sociedad se han visto afectados por la pandemia. Y el fútbol ha sufrido un impacto brutal. Los grandes clubs, como el Barça, han visto reducidos drásticamente sus ingresos. Y eso ha obligado a tomar medidas urgentes para paliar los daños.

El mercado de fichajes ha sido una de las principales víctimas. El Madrid, por ejemplo, no ha fichado a nadie. Por primera vez en 40 años. Florentino Pérez se ha dedicado a recaudar (hasta 105 millones de euros) con las ventas para paliar el déficit. El Barça, obligado a acometer una revolución tras el fracaso de la pasada temporada, ha invertido 124 millones en cinco futbolistas -Pjanic (60), Trincao (31), Sergiño Dest (21), Mattheus (7) y Pedri (5)-, pero ha recuperado 126,5 con traspasos. Aunque el gran objetivo ha sido rebajar la masa salarial y de ahí que se regalaran a jugadores muy veteranos y muy caros como Arturo Vidal o Luis Suárez.

Para entender esta situación hay que analizar las cuentas presentadas por el vicepresidente Jordi Moix. El Barça dejó de percibir durante la pasada campaña 203 millones de euros: 47 millones por el cierre del Camp Nou, 35 millones por el cierre de las tiendas, 18 millones por el cierre del museo, 35 millones por derechos de televisión no cobrados y 37 millones no cobrados de patrocinios y giras, entre otros desastres. Y eso, teniendo en cuenta que la pandemia estalló en marzo. La previsión para la temporada 2020-21 es terrorífica. Para el club y para la nueva junta directiva que salga de las próximas elecciones.

Nadie, por muy trabajado que esté su proyecto, puede hacer frente a esta crisis. Los números no cuadran de ninguna manera. Y la parte deportiva puede verse gravemente afectada. El fantasma de la venta de un joven crack ya sobrevuela el Camp Nou. El coronavirus ha pinchado la burbuja del fútbol... y del Barça.