¿Zurdo o diestro? Los datos que desmienten a Dembélé

El golazo de Dembélé sí llegó pronto

El golazo de Dembélé sí llegó pronto / MEDIAPRO

SPORT.es

Ousmane Dembélé no será puntual pero tiene muchas otras virtudes. Una de ellas resulta muy difícil de encontrar en el fútbol, y es su capacidad para definir indistintamente con izquierda y derecha. Ya en su presentación como jugador del Barça, el galo evidenció que ni él mismo tiene claro cuál es su pierna más hábil. “Intento utilizar los dos pies. Me gusta jugar con ambos. Me gusta conducir con la izquierda y disparar con derecha", declaró. Unas palabras que confirmaban lo que ya dijo años atrás cuando aún militaba en el Rennes. “Soy zurdo pero los penaltis los tiro con la derecha; disparo mejor”.

Los números del galo esta temporada contradicen esas declaraciones. De los nueve goles que ha marcado Dembélé, cinco han sido con la izquierda, cuatro, con la derecha. La mayoría de sus dianas han llegado con la que, según él, es la pierna menos buena para disparar. Frente a Huesca, Real Sociedad, Rayo Vallecano, Atlético de Madrid y Tottenham, el galo batió al portero con la zurda, mientras que ante Sevilla, PSV, Valladolid y Espanyol lo hizo con la diestra.

De sus goles anotados con la pierna derecha, solo el logrado frente al conjunto pucelano fue al primer toque. Los otros tres corresponden a jugadas en las que el ex del Dortmund ha elegido salir hacia ese perfil para disparar, lo que desmiente su afirmación en el pasado. En cambio, tres de sus dianas con la zurda fueron al primer toque, lo que permite pensar que su instinto le lleva a ejecutar con la izquierda, también el contrario de lo que dicen sus palabras cuando es preguntado por este tema.

Capacidad realizadora al margen, el hecho de dominar las dos piernas otorga a Ousmane un arma valiosísima a la hora de conducir, encarar y desbordar, privilegio que también ostenta Pedro Rodríguez, ahora en el Chelsea. Ello le permite conducir siempre con la pierna más alejada del rival, lo que ayuda a proteger más y mejor el balón. A la hora de afrontar el uno contra uno, el oponente no puede perfilarse porque el francés es capaz de salir por ambos costados.