En los finales de las etapas del ciclismo ha pasado de todo: giros inesperados, sprints ajustados, caídas, peleas. Pero, raramente había pasado esto que era inédito. Durante el fin de semana, en la carrera Junior francesa, el Critérium de Saint-Symphorien-sur-Coise, mientras Rémi Arsac y Charly Merle celebraban su inminente doblete, otro ciclista, Simon Ruet les superaba como una flecha para cruzar la línea de meta antes que ellos.
De hecho, Ruet, villano y héroe, entró en la recta final muy por detrás de los líderes de la carrera, que con los brazos ya alzados pensaban que tenían asegurada la victoria y se vieron sorprendidos. Jamás se vio la imagen en un final con tres ciclistas alzando los brazos.