Eres maratoniano, has cruzado la línea que marcará un antes y un después en tu -esperamos que larga- vida de corredor o corredora. ¡Felicidades! entras por la puerta grande a engrosar el olimpo sagrado de la distancia de Filípides. Has conseguido culminar unos duros meses de entrenamiento y ahora es el turno de saborear la victoria. Has vencido al asfalto y disfrutarás de tu recompensa durante muchas noches justo antes de conciliar el sueño.
Hasta aquí vamos muy bien, todo es muy bonito y tu vida como runner ha cogido un tono rosa precioso, pero sentimos ser un poco aguafiestas al contarte que esta sensación de subidón (runner’s high) va a terminar por desaparecer y pronto vas a tener que tomar una difícil decisión…
Después de correr tu primer maratón irremediablemente vas a mutar. Una vez hayan desaparecido los dolores musculares y tu físico se haya recuperado mínimamente, vas a empezar a transformarte en un corredor diferente, y cien por cien seguro vas a acabar haciéndote la pregunta del millón:
¿Dónde y cuando corro el siguiente maratón?
Desde LBDC te aconsejamos que la tomes una vez te hayas recuperado completamente, que dejes pasar muchas semanas. Decisiones emocionales prematuras pueden acabar pasando factura de muchas formas posible: en forma de lesión, de bajón moral al no cumplir expectativas, etc…
Una vez te hayas colgado la medalla de finisher en el cuello, seguramente te identifiques en uno de estos tres grupos:
Si acabas en el segundo o tercer grupo, te aconsejamos encarecidamente que sigas leyendo.
Dependiendo de tus respuestas a las siguientes preguntas y a la reflexión que estas conlleven, encontrarás la salida a tu incertidumbre ante un eventual segundo maratón.
Revisa (junto a tu entrenador/a, si dispones) la experiencia vivida durante los meses de entrenamiento de tu primer maratón:
Si funcionó, ¿por qué cambiarlo? puedes ajustar, pero intentar mantener la base de lo que ha funcionado de cara a tu segundo maratón.
Analiza tu experiencia durante la fase preparatoria, ¿estabas excesivamente cansado durante demasiadas semanas? corrige el kilometraje, la carga de entrenamiento, las horas de sueño y descanso…
Analiza el ritmo de competición y ajusta para rascar segundos al crono (si tu objetivo es mejorar marca)
Puede ser uno de los grandes olvidados cuando te crees ya un experto en maratones. No desprecies su importancia y aprovéchate de la experiencia adquirida en tu primer maratón para corregir o mejorar los posibles errores que cometiste.
Por otra parte, seguramente podrás mejorar tu estrategia nutricional a seguir durante las semanas de entrenamiento, factor que podría tener un gran impacto en tu rendimiento final.
Un planning de entrenamiento de running estándar o básico para tu primer maratón te puede haber servido, pero para tu segundo maratón puedes plantearte seguir uno más específico y más acorde a tus nuevos objetivos o a tu disponibilidad de tiempo. Si encima puedes realizar los entrenamientos duros en compañía, vas a notar un cambio a-lu-ci-nan-te.
Si te planteas este tema, desde LBDC te recomendamos nuestro club de running BCTEAM donde podrás encontrar tu planning de entrenamiento de running online totalmente personalizado o nuestros grupos de entrenamiento presenciales con los que compartir km’s, esfuerzo y sobre todo muchas risas 🙂
Si te planteaste tu primer maratón como un reto de supervivencia o simplemente como un “corre y disfruta”, ahora las cosas se pueden poner un poco más serias… ¿te plantearás un objetivo más ambicioso? ¿buscarás un ritmo/marca específica? ¿correrás el maratón buscando no sufrir el temido muro?.
El objetivo de tu segunda maratón será la clave en tu motivación durante la larga fase de entrenamiento. Aunque no lo admitas (sobretodo en público) no podrás evitar tener tres objetivos en mente, uno que se base en el “As good as it gets” otro basado en el peor de los casos y un último cocinado a fuego lento durante el día a día en tus entrenamientos, el realista:
Ser consciente de estos tres objetivos te ayudará a combatir los saboteadores mentales durante tu segundo maratón, adaptándote a las circunstancias de la carrera en el día D y la hora H.
No te fies al cien por cien del resultado de tu primer maratón (ya sea para bien o para mal). Un error demasiado común es que si salió bien puede llevarte a un exceso que confianza que puede hacer que le pierdas el respeto a la distancia, y ese puede ser uno de los mayores errores que puedas cometer como corredor o corredora.
Aunque creas que lo tienes todo controlado en tu segundo maratón este puede buscarte las cosquillas, y será capaz de provocarte no precisamente la risa.
Como dice el mister José Castilla “el asfalto pone a cada uno en su lugar“.