Si ya llevas algunas salidas en bicicleta pero todavía sales poco equipado estoy convencido de que tus compañeros ya te habrán soltado el rollo de los pedales automáticos, las calas y las zapatillas para ciclismo.
Más pronto que tarde todos pasamos por el tubo y sucumbimos ante el empuje comercial de pedales automáticos. Shimano? Look? Speedplay? Calas de color amarillo? Calas rojas? Azules? grises?. Si te suena a chino o nunca te has parado a pensar qué tipo de cala y pedal te beneficia más te aconsejo que inviertas unos minutos en leer la guía que he confeccionado especialmente para ello.
Para empezar es muy importante tener claro que el tipo de cala va directamente relacionado con el tipo de pedal. Si montamos unos pedales look estaremos condicionados a unas calas de esta misma marca y exactamente lo mismo si nuestra elección son unos pedales Shimano o Speedplay.
Comentar también para los más inexpertos que los pedales y las calas de carretera son totalmente distintas a los pedales y a las calas para MTB. Las calas para MTB tienen menos superficie para facilitar el movimiento del ciclista fuera de la bicicleta y de esta forma evitar cualquier problema en zonas embarradas o de arena dónde es probable que tengamos que empujar la bicicleta en algunos momentos.
Por otro lado las calas para ciclismo de carretera son mucho más grandes. La superficie es más amplia para de esta forma maximizar la fuerza que se aplica directamente sobre el pedal.
Es muy probable que hayas llegado hasta aquí solo para encontrar una explicación a los diferentes colores que encuentras cuando vas a comprar una calas para tus pedales Shimano. No eres un bicho raro la duda que tienes tú la ha tenido todo el mundo alguna vez en su vida ciclista.
Shimano ofrece tres tipos de calas para sus pedales automáticos de carretera (SPD-SL) y visualmente la diferencia es evidente ya que son de tres colores distintos. Azul, amarillo y rojo.
La cala shimano amarilla (SH-SM 11) es la que presenta 6 grados de movimiento. Este grado de movimiento se refiere a la rotación que puede tener el pie una vez fijado en el pedal. 6 grados es el coeficiente máximo que ofrece shimano y que se recomienda a personas que se inicien en esto (te cuesta menos sacar el pie) o que tengan problemas y/o molestias en la rodilla. Concretamente las calas shimano amarillas te permiten mover el pie 1,6 mm por el lado izquierdo y 1,6mm por el derecho. Se trata de la cala shimano para ciclismo de carretera más vendida y que por defecto viene en los pedales de serie.
La cala para shimano azul (SH-SM12) es una opción intermedia y muy utilizada por ciclistas de competición. El modelo ofrece 2 grados de movimiento (1 grado por cada lado) y es perfecta para aquellos que quieran notar el pedal sujeto pero sin renunciar a un ligero movimiento de rotación. Las calas shimano azules se sitúan en un punto medio entre la fijación extrema de las calas rojas y la comodidad de las calas amarillas.
En último lugar tenemos a las calas shimano rojas (SH-SM10) que son totalmente fijas. El modelo no permite ningún movimiento de rotación por lo que es de vital importancia su colocación. Unas calas mal colocadas pueden causar a la larga graves problemas en la rodilla y en las articulaciones. En este sentido te recomiendo que consultes con un biomecánico para colocar las calas en la posición correcta.
Este tipo de calas se utiliza especialmente en modalidades de ciclismo en pista dónde el ciclista tiene que aprovechar hasta el último vatio de potencia. Personalmente no recomiendo su uso para carretera y menos aún para los que participen en marchas cicloturistas de gran fondo.
En lo que a ciclismo de carretera se refiere shimano sí que tiene competencia. Los pedales y calas Look keo tienen a bastantes usuarios por lo que conviene repasar sus diferentes opciones de compra. La diferencia principal también se encuentra en los grados de movimiento que ofrece.
Las calas look keo rojas ofrecen la mayor libertad angular. Se trata de una cala perfecta para aquellos que monten sus primeros pedales automáticos o para los que padezcan algún tipo de lesión. Sus grado de rotación es de 9 grados.
Las calas look keo grises son las más utilizadas y las que por defecto vienen con los pedales look. Un modelo intermedio ideal para prácticamente todo el mundo y con una sujeción suficiente que no llega a agobiar en ningún momento. Su libertad angular es de 4,5 grados. Con este tipo de cala sigue siendo bastante fácil el gesto de “descalar”.
Finalmente nos quedan las calas look keo negras que se pueden considerar como fijas. Las look keo negras serian el equivalente a las calas shimano rojas. Personalmente no recomiendo su uso para ciclistas aficionados. Para mi es una cala que únicamente tiene sentido en ciclismo en pista o para ciclistas que lleven muchos años con ellas y no hayan sufrido ningún tipo de molestia. Su grado de rotación es de 0.
Para la práctica de ciclismo MTB la marca reina en pedales y calas es Shimano. Los modelos más conocidos y utilizados son los Shimano m520, m540 y m530.
La marca ofrece tres tipos de calas compatibles con el sistema SPD (Shimano Pedaling Dynamics). Las calas Shimano SH51, SH52 y SH56.
La principal diferencia entre estas calas para MTB está en el ajuste y desajuste de las mismas. En primer lugar las SH51 que se sueltan únicamente cuando hacemos fuerza con el talón hacia fuera y que son las más populares y utilizadas. En segundo lugar el modelo SH53 que aunque parezca curioso únicamente se creó para ser la cala especifica de los pedales Shimano SPD-M858 y en último lugar tenemos a las SH56 que se sueltan tanto girando el talón como estirando el pie hacia delante o hacia atrás. Unas zapatillas pensadas para pedales de diseño abierto.
Como os comentaba al principio del post existen diferentes tipos de zapatilla para ciclismo. Por un lado tenemos las zapatillas para ciclismo de carretera y por el otro las zapatillas para MTB. Además algunos fabricantes comercializan también zapatillas de ciclismo para triatlón que como veremos presentan algunas diferencias sustanciales respecto a las zapatillas convencionales.
Existen muchos modelos de zapatillas para ciclismo de carretera. Cada vez más marcas se atreven con el calzado y el sector de la carretera es de lo más exigente. Las zapatillas de carretera son por lo general más estrechas, más ligeras y los materiales del upper (tejido exterior) acostumbran a ser más finos y delicados ya que al rodar por asfalto no sufren tanto como las de montaña.
Otro tema importante en el calzado de carretera es el ajuste. Cada vez más fabricantes optan por colocar en sus zapatillas de gama media-alta cierres en boa o de ajuste automático. La sujeción mejora y mucho y aunque el precio se incrementa bastante la calidad lo compensa en la mayoría de ocasiones.
El material de la suela es otro elemento que condiciona el precio y la calidad de las zapatillas de carretera. Los mejores modelos vienen equipados siempre con suela de carbono que da un plus de rigidez y que permite al ciclista aprovechar al máximo cada gramo de energía. Las zapatillas de iniciación o de gama media-baja se fabrican con suelas bastante más pesadas que ofrecen poca rigidez.
Las zapatillas para MTB son más gruesas, abultan más y están reforzadas de diferentes puntos para alargar su vida útil.
A diferencia de las zapatillas para carretera que tienen la suela lisa las zapatillas MTB tienen una suela más agresiva y con un relieve y un dibujo que permite al ciclista poder caminar con ellas. Evidentemente no son unas zapatillas pensadas para andar ni para ir por el monte pero sí que te pueden sacar de un apuro si la cosa se complica (barro, piedras, pendiente demasiado pronunciada…). Las zapatillas de carretera son tremendamente inestables cuando tratamos de andar y te aseguro no serias el primero que se cae bajando por las escaleras.
Conviene matizar que las zapatillas para triatlón no son iguales que las zapatillas convencionales para ciclismo. Evidentemente si se dispone de unas zapatillas de carretera no es necesario comprarse unas zapatillas expresas para iniciarse. La diferencia es pequeña y a menos que compitas a un buen nivel o que te lo juegues todo en las transiciones no es algo suficientemente significativo como para marcar diferencias.
La semejanza entre ambos modelos es más que evidente y los detalles y pequeños acabados son la única diferencia real.
El gran tema está en la apertura y en la rapidez con la que te puedes sacar la zapatilla. Los triatletas tienen que hacer la transición (pasar de la bicicleta a correr) en el menor tiempo posible por lo que les conviene algo rápido e intuitivo. Por este motivo las zapatillas para triatlón incorporan sistemas de cierre con velcro invertido y con una lengüeta mucho más pequeña o directamente inexistente.
Algunos modelos también se fabrican en materiales mucho más transpirables y con algo de tejido hidrorepelente y/o absorbente para evitar que las zapatillas queden mojadas cuando el triatleta se sube a la bicicleta inmediatamente después de nadar.
El último aspecto diferenciador de las zapatillas de triatleta se encuentra en el enganche que se coloca en la parte trasera. Este enganche en forma de dobladillo te permite subir a la bicicleta rápidamente y terminar de ajustar la zapatilla con las primeras pedaladas.