El destacado rendimiento exhibido por Ben en las rondas preliminares y su brillante currículum dispensaban al viveirense el reconocimiento como favorito a las medallas.
Dando continuidad a su estrategia en semifinales, donde incluso logró su propia marca personal, el competidor gallego jugó sus cartas en el tramo final de la competición, siendo el atleta más rápido en los últimos 100 metros al bajar de los 13 segundos. No obstante, en esta ocasión, las circunstancias no propiciaron el anhelado espacio en el carril interno, lo que le llevó a trazar un camino expedito por las calles exteriores. El resultado fue una intensa disputa final que le situó a escasas ocho centésimas de alcanzar la tan deseada presea mundial.
A pesar de esta diferencia, es innegable que el atleta, quien ostenta el título de campeón europeo en pista cubierta y en su haber figura una plaza de finalista en los Juegos Olímpicos de Tokio (5º) y un 6º puesto en los mundiales de Doha, sigue escalando posiciones en la distancia y cosechando el cariño y admiración de aficionados y atletas.
El canadiense Marco Arop, oro con 1:44.24; el keniano Emmanuel Wanyonyi, plata con 1:44.53, y el británico Ben Pattison cerró el podio con 1:44.83.