El ácido linoleico es otro de los compuestos que enarbola la industria de los suplementos como fuente de salud. Se le atribuyen beneficios de calado, desde la quema de grasa a la protección contra el cáncer. Pero siempre es recomendable pasar por el filtro de la evidencia científica todo lo que hace el marketing.
Como explica el Instituto Químico Biológico, el ácido linoleico es un ácido graso esencial muy frecuente en aceites vegetales y en la grasa animal. Es el más conocido de los ácidos grasos omega 6, y cumple funciones destacables en el crecimiento y el desarrollo.
El cuerpo usa el ácido linoleico para obtener energía y producir otros ácidos grasos omega 6, como el ácido araquidónico. Es tal su importancia que su déficit puede causar problemas como lesiones cutáneas o retraso del crecimiento, aunque su exceso puede tener efectos inflamatorios e incrementar el riesgo cardiovascular o la presión sanguínea.
Se trata de un ácido graso fundamental para nuestro organismo, pues insistimos en que está ligado a su desarrollo y crecimiento. Puede mejorar el sistema inmunológico, interviene en la creación de hormonas y en el funcionamiento de las neuronas, reduce el nivel de colesterol y tiene propiedades antioxidantes, entre otras.
Es útil ubicar el ácido linoleico dentro de los ácidos grasos y ahondar en las funciones que se le atribuyen, para lo que nos remitimos a lo que explican desde farmacia Torrent.
Se clasifica dentro de los ácidos grasos esenciales Omega-6, y la mayoría de ellos se obtiene a partir de los aceites vegetales. Nuestro cuerpo lo transforma en ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga.
En concreto, los ácidos clasificados dentro de los omega-6 son:
Además de los omega-6, que acabamos de citar, entre los ácidos grasos esenciales se encuentran también los omega-3: el ácido alfa-linolénico (AAL), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA).
El AL se encuentra en alimentos cotidianos de la dieta, sobre todo aceites vegetales. Pero, la industria de los suplementos alimentarios lo dispensa también en otros formatos y, por supuesto, suele venderlo como una gran fuente de salud.
Alimentos ricos en omega 3 y omega 6 en la dieta | |||
Omega 6 | Omega 3 | ||
Ácido linoleico | Ácido araquidónico | Ácidos docosahexaenoico eicosapentaenoico | Ácido alfa-linolénico |
Aceites vegetales: girasol, maíz, soja, germen de trigo, onagra, algodón… Frutos secos: nueces y piñones. | Grasa de animales con dieta a base de semillas. Yema de huevo. | Pescados: atún, salmón, caballa, sardina, arenque… Aceite de pescado. Algas marinas. | Frutos secos: nueces. Semillas: lino, linaza y soja, así como sus aceites. Cloroplastos de hojas verdes. |
Fuente: Farmacia Torrent.
La doctora en Farmacia y diplomada en Nutrición Adela-Emilia Gómez explica en este artículo publicado en Elsevier que el ácido linoleico conjuntado (ALC) se incluye entre los ácidos grasos que componen nuestra dieta, y que representan la principal fuente de energía porque su aporte calórica duplica el de proteínas y carbohidratos.
Los ácidos grasos poliinsaturados tienen dobles enlaces, y en medio queda un carbono que no participa en la insaturación. Es la forma no conjugada. Pero a veces, fruto de las manipulaciones tecnológicas, según explica la doctora Gómez, ese carbono intermedio desaparece y da lugar a una estructura conjugada que puede tener dos dobles enlaces.
En cuanto a las fuentes alimentarias donde se encuentra, están fundamentalmente la carne de ovino y bovino, así como la leche procedente de estos animales. En una proporción bastante inferior también puede encontrarse en los aceites vegetales. Pero, además, se ha comprobado que el ALC puede formarse en el cuerpo humano a partir de ácidos grasos trans.
El ALC ha suscitados interés en los últimos años por sus propiedades beneficiosas, que la propia doctora cita en su artículo:
Muchos de los productos ricos en ácido linoleico, o presuntamente ricos, se venden en el formato pastilla, cápsula o sus derivados, como las perlas. Hay decenas de marcas que las comercializan, sobre todo en botes de 120 a 180 dosis y a un rango de precios habitual de entre 15-20 euros. Se encuentran fácilmente en mercados generalistas, como Amazon, y, en algunos casos, cosechan muy buena valoración media.
La forma de tomarlo puede variar en función del producto. Algunas marcas aconsejan tomar entre tres y cuatro cápsulas al día, preferiblemente con las comidas. Dirigen el producto a personas que están realizando dietas de control de peso o de definición muscular.
Según el Instituto Médico Biológico, no hay suficientes pruebas que demuestren todos los beneficios que las marcas se afanan en trasladar. Es habitual que se venda como gran revulsivo contra la obesidad, pero los estudios consultados por la fuente solo han observado un efecto mínimo. De hecho, se observó una reducción de masa grasa que no estuvo acompañada de una reducción del peso.
En el citado artículo de Elsevier, la doctora Gómez cita estudios en los que el efecto antiadipogénico guarda relación con una adiposidad existente. Es decir, cuando se administra a personas no obesas, no hay cambios significativos en la grasa corporal, el peso o el IMC. En personas con sobrepeso u obesidad sí que se ha observado reducción de la zona abdominal, más evidente en mujeres que en hombres.
Pero este efecto no se da del mismo modo en todos isómeros (compuestos con la misma fórmula molecular pero diferente estructura). El más efectivo es el 10trans – 12cis, que no es el que más abunda en los alimentos.
Tampoco es que la alta ingesta de ALC induzca efectos adversos de calado, pero su efectividad podría resultar tan discreta en comparación con unos precios tan elevados que su consumo no está justificado.
El ácido linoleico es un ácido graso esencial que resulta fundamental para determinados procesos biológicos, y que se encuentra especialmente presente en aceites vegetales. El ácido linoleico conjugado, que tiene una estructura peculiar, tiene propiedades muy atractivas, aunque aún en estudio.
De lo visto hasta ahora podemos extraer algunas conclusiones: