De nuevo el magnífico entorno de Font Romeu, en los Pirineos, vuelve a acoger a algunos de los mejores fondistas del panorama internacional en una pretemporada que está en plena ebullición. Unas instalaciones, las del Centro de Alto Rendimiento francés, magníficas a casi 2.000 metros de altitud fundadas hace más de 50 años y que suelen ser el lugar escogido por atletas de primer nivel para trabajar duro. A esos beneficios que siempre se buscan de entrenar a bastante altura sobre el nivel del mar se añade un marco incomparable y unos caminos y carreteras TOP para rodajes y series.
Allí estuvo ya el año pasado Marta Galimany compartiendo unos kilómetros con Mo Farah y allí se encuentran también otros dos grandes fondistas nacionales como son Carlos Mayo y Toni Abadía. Abadía, que está volviendo poco a poco a su punto de forma después de vivir un 2021 muy duro con problemas estomacales y de ansiedad, y Mayo, que estuvo en el 10.000 de los Juegos de Tokio, entrenan codo a codo pensando en un otoño cargado de pruebas de ruta.
Además de Galimany, Abadia y Mayo, está el grupo de entrenamiento de Juan Carlos Galán y fondistas y mediofondistas de muchas nacionalidades como las irlandesas Iseult O’Donnell y Cheryl Nolan además de grupos portugueses, británicos y francesas. Las españolas Elia Saura, del Valencia, o Laia Casajoana también trabajan allí. Tal y como nos cuenta Jordi Toda, técnico de Marta Galimany, intentan hacer rodajes y entrenamiento conjuntos a menudo para hacer piña.
“El año pasado con la psicosis del COVID y los Juegos de Tokio en el horizonte casi todos íbamos por libre, pero esta vez buscamos compartir entrenamientos y vida social con los otros grupos”, explica Toda, que estará con Marta hasta el 21 de este mes en Font Romeu.
“Aquí en Font Romeu hemos empezado a entrenar de forma más intensa. Empezamos con tres semanas bastante básicas para empezar poco a poco antes de ir a la Media de Madrid; las siguientes tres semanas las estamos haciendo a más intensidad y llegaremos a hacer 170/180km semanales. Un 20% será ya un trabajo de ritmo umbral o superior. Después, cuando bajemos, seguiremos en volúmenes altos y cada vez trabajando con ritmos un poco más altos”, nos relata.