Barcelona player ratings from 4-2 win in Seville
Messi hit a hat-trick and set Suarez up for the fourth goal
Marc-Andre ter Stegen 5 - It wasn’t an easy game for the German. Navas and Mercado beat him easily and he he didn’t have much chance with either goal.
Nelson Semedo 3 - Came out with intensity but did not get comfortable and failed to appear in attack. Taken off at half-time.
Gerard Pique 5 - Could not multiply himself and be everywhere at once. His team-mates let him down in defence and Pique was unable to solve it himself.
Samuel Umtiti 4 - Another soldier for the cause but lacked rhythm and was badly placed for both the goals, poor.
Jordi Alba 4 - Machin shut him down and he could not be influential. Navas caught him out of position for the opener too.
Sergio Busquets 5 - Lacked passing lines so could not do much damage.
Arturo Vidal 3 - Intense on a defensive level but brings few ideas in creation and play with the ball, something unforgivable at Barcelona.
Ivan Rakitic 6 - Intelligent play, didn’t lose the ball, offered solutions. Tactically impeccable, set up the equaliser for Messi.
Philippe Coutinho 3 - Vulgar performance. Imprécises in his passing, shooting, everything. Needs to find himself desperately.
Lionel Messi 9 - Scored the equaliser with a volley, then puled Barca level again with a right foot effort. Chip for the third. Beautiful, a rebel against fatality.
Luis Suarez 6 - Earned a penalty which was not given. Didn’t bring too much else, but scored the fourth as he never gives up.
SUBS
Sergi Roberto 5
Ousmane Dembele 5
Carles Alena 6
No hay partido plácido para el alemán, obligado a aparecer siempre. Evitó un gol de Promes que no habría sido válido por fuera de juego. Navas le superó con un disparo cruzado y Mercado, lo mismo. No puede ser el salvador en cada partido.
Salió intenso, pero sin la chispa ni la alegría de otras ocasiones. Le costó sentirse cómodo y tuvo que involucrarse tanto en defensa que no se le vio en ataque. No salió tras el descanso.
No puede multiplicarse y estar en todos lados. Por su zona no entró nadie hasta que sus sus compañeros le dejaron solo y no hubo cubos para sacar tanta agua. Se atrevió a hacer de delantero en el área sevillista.
Otro soldado para la causa que, nada más volver, se colocó en primera línea, como titular. Evidenció falta de ritmo y estuvo mal colocado en todos los goles. Mal.
Machín le cerró todas las vías por su banda y no pudo ser influyente. Además, Jesús Navas le dejó en evidencia llegando solo para superar a Ter Stegen. Tampoco tapó bien en el segundo gol local.
Valverde puso a su lado a Rakitic y Arturo Vidal para ofrecerle más alternativas de pase. A la hora de la verdad, le faltaron líneas verticales, que son las que hacen daño.
Es complicado descifrar qué papel interpreta en el equipo. Intenso a nivel defensivo, aporta pocas ideas en la creación y le cuesta entender el fútbol con balón, algo imperdonable si juegas en el centro del campo del Barça.
Jugó inteligente, sin perder balones, ofreciendo soluciones a sus compañeros. Tácticamente impecable, debió soltarse un poco más. Suyo fue el centro rematado por Messi a gol.
Le sobra casi siempre un regate y le falta sumar en todas las facetas del juego. Nadie puede criticar que no lo intenta, pero es que eso es lo mínimo que debe hacer un futbolista en el Barça. Impreciso en el pase, en el disparo y en todo. La vulgaridad se ha apoderado de él y urge reencontrarse consigo mismo.
Marcó el empate con una volea de espinilla y volvió a empatar con la derecha. Acabó el trabajo con una definición delicada. Poco más puede pedírsele a alguien que marca tres goles. Se rebeló ante la fatalidad. A sus pies.
Le hicieron un penalti de libro que a Mateu no le dio la gana pitar. Más allá de eso, no aportó demasiado. No es que el entorno le meta presión, es que se pone él mismo. Y se nota en cada acción. Eso sí, no se rinde nunca y es precisamente eso lo que le permitió cerra la victoria con el cuarto del Barça.
Salió tras el descanso para ordenar el centro del campo tras la anarquía exhibida por Arturo Vidal. También buscó hacer más vertical el equipo.
Fue la chispa que encendió el motor blaugrana tras el descanso. Erró un remate fácil a pase de Suárez, pero, por lo menos, fue clave para superar el tedio y hacer del fútbol culé algo menos previsible. Le faltó precisión en sus acciones.
Salió en el 80' con la clara intención de ayudar a dar la vuelta al marcador. Lo hizo con un disparo defectuoso que acabó en el tercer gol de Messi.