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Llevar la bici en el coche de forma segura es básico. No solo para evitar que salga volando durante el trayecto y acabe destrozada en una cuneta, sino también por la seguridad del resto de personas.
Por ello desde la Dirección General de Tráfico controlan que los portabicis estén bien colocados, estén homologados y se adecúen tanto al tipo de vehículo como de la propia bicicleta. Esta homologación es esencial para que el portabicicletas esté bien anclado al vehículo y que la bici a su vez viaje bien asegurada al portabicis.
Evidentemente siempre habrá que seguir los consejos del fabricante tanto a la hora de montarlo como de colocar la bicicleta.
En cualquier caso, según sea tu coche (o furgoneta) deberás llevar uno u otro modelo y elegir entre las decenas de posibilidades que hay en el mercado.
Pero en general podemos decir que existen los siguientes tipos de portabicicletas para tu vehículo, en función del tipo de coche que tengas y su estructura.
Es la opción más habitual para los coches. Además de permitir una visibilidad total por el espejo retrovisor central, permite abrir y cerrar el maletero sin dificultad.
Además existen distintos modelos y posibilidades de transporte. Si te fijas, los coches de apoyo de los ciclistas durante las carreras llevan hasta 6 bicicletas, pero es posible que tú no tengas que llevar nunca más de 3.
El problema de este tipo de portabicicletas es su incomodidad, pues para colocar las bicicletas hay que subirlas al techo. Y esto puede suponer un problema si no eres lo suficientemente alto, lo suficientemente fuerte o simplemente tu bici pesa demasiado.
Además hay que tener en cuenta que al ir en la parte superior, las bicis afectarán a la aerodinámica del coche. Esta aerodinámica puede hacer que el coche consuma más carburante e incluso que afecte al punto de equilibrio del mismo, sobre todo porque están físicamente muy alejadas del suelo y pueden moverse en las curvas.
Esto hace que haya que asegurarlas muy bien para evitar problemas durante el viaje.
Estos son los más baratos. Sin embargo pueden resultar incómodos si tienes que abrir el maletero, pues no podrás y tendrás que desmontar las bicicletas.
Permiten el transporte de hasta 3 bicicletas y son fáciles de instalar, pues se fijan sobre el portón trasero mediante cinchas. Además no cambian mucho la aerodinámica del vehículo por lo que apenas modifica el consumo de combustible.
Es importante colocar bien las bicis para que no obstaculicen la visibilidad de la matrícula y las luces traseras.
A este tipo de portabicicletas también se les conoce como “de bola” y existen dos tipos: de enganche sencillo y de plataforma.
Lo bueno de este tipo de portabicis es que se cargan y descargan las bicis muy rápida y fácilmente. Además se puede acceder al maletero en todo momento sin ninguna dificultad.
La mala noticia es que no todos los coches pueden instalar un portabicicletas de este tipo pues debes tener instalada la bola de enganche.
Se trata de los portabicicletas más utilizados por quienes viajan en furgoneta. Se colocan sobre una de las puertas para que se puedan abrir sin problemas. Existen diversos modelos que difieren principalmente en la manera de anclarse a la puerta.
Algunos modelos de estos portabicis permiten acoplar accesorios para el transporte de esquís, tablas de surf, etcétera.
Una cosa a tener en cuenta es el peso de las bicicletas que vayamos a cargar, pues en muchos casos el fabricante impone un máximo de peso de las bicis. Y precisamente con la llegada de las bicis eléctricas el peso de algunos modelos se ha disparado hasta más de 30 kg.
Ahora solo deberás elegir el que más conveniente te parezca. Ponerte rumbo a tu zona preferida… ¡Y a rodar!