Hoy en el baúl de los recuerdos viajamos 20 años atrás hasta el año 2002 para recordar uno de los escándalos de la temporada y una de las situaciones más surrealistas que ha vivido el ciclismo en toda su historia.
Concretamente nos situamos en la primera de las tres grandes vueltas, el Giro de Italia de 2002, una carrera abierta y sumamente interesante que sobre el papel situaba a Gilberto Simoni, ganador en 2001, como el gran favorito a la victoria final.
El Giro fue avanzando para el gran escalador italiano hasta que antes de la salida de la etapa número 10 se anunció su posititivo en cocaína.
El positivo, que no fue en la misma carrera, sino en el Giro del Trentino que se había unas semanas antes de la ronda italiana, generó mucha polémica.
Simoni no fue descalificado de inmediato y tomo la salida en la etapa ya que se así se lo autorizaron la UCI y su equipo, pese a que el contranálisis también había dado positivo.
El gran escalador italiano, ganador también del Giro de Italia 2003, alegó que su positivo en cocaína se atribuía a una visita al dentista y en concreto a un anestésico local utilizado durante la intervención.
Dicho anestésico llevaba, según el italiano, algún tipo de sustancia que le hizo dar positivo en cocaína.
Simoni terminaría abandonando el Giro de Italia después de ganar la etapa del día siguiente. El Giro lo terminaría ganando “Il falco” Savoldelli.
Sin duda una situación surrealista, anecdótica y en este caso desafortunada que bien merecía su espacio en el baúl de los recuerdos.