Tadej Pogacar ha ganado la etapa 6 del Tour de Francia Foto: AFP
Nunca hay nada perdido. Este era el lema con el que encaraba la etapa de hoy del Tour de Francia Tadej Pogacar. Pero, el plan del Jumbo Visma era claro: querían culminar el trabajo que hicieron ayer en el Marie Blanque y aprovecharse de la fragilidad de su máximo rival, Tadej Pogacar.
Las intenciones del Jumbo con Van Aert lanzándose en los primeros kilómetros de la jornada lo demostraron. Su objetivo era buscar la fuga y hacer de puente a Vingegaard más adelante. El neerlandés lo consiguió y participó de una numerosa fuga con talentos como Julian Alaphilippe, Neilson Powless o Michał Kwiatkowski.
La situación era curiosa. El Jumbo aumentó el ritmo con Kelderman en el Aspin y, sobre todo, en el Tourmalet mientras Van Aert tiraba de la fuga. El Jumbo destrozó un pelotón donde solo resistieron el líder, Jai Hindley, Pojacar y tres Jumbos.
Sepp Kuss siguió trabajando y mermando a Pojacar. Vingegaard quería rematar la faena del día anterior y estaba ansioso para ampliar su renta en las últimas pendientes del coloso de los Pirineos. Pero esta vez, al contrario de lo que ocurrió el día anterior en el Marie Blanque, Pogacar no se despegó y luchó junto al último ganador del Tour. El duelo estaba servido.
Las dos estrellas se jugarían la etapa y el liderato en el Cauterets. El resto de favoritos como Hindley no podían seguirlos y solo les quedaba disputarse el tercer puesto del podio de la ronda gala. Entre los candidatos el que se descolgó fue Carlos Rodríguez, que pelea por acabar como el mejor español. De momento es quinto, a 3:30, por detrás de Simon Yates y el propio Hindley. Ellos corren otro Tour.
La disputa de la victoria empezó con un ataque de Vingegaard a falta de cuatro kilómetros y medio cuando. Van Aert se apartó de la cabeza tras una exhibición espectacular. Pogacar volvió a resistir y demuestra que un ganador como él sigue muy vivo. Y para demostrarlo, lanzó una contraofensiva a la que el líder del Jumbo no pudo responder.
El jefe del UAE Team que se iba marchando supo aguantar para ganar una brutal etapa. Además, recortó 28 segundos a Vingegaard, que es el nuevo maillot amarillo, con 25 de ventaja.
La historia ha cambiado y el Tour aún está vivo. Y aún falta mucha carrera para decidir a un ganador que tendrá que esforzarse para derrotar al rival que se resiste a desfallecer.