El soporte para bicicleta es la solución que estabas buscando a los problemas de espacio. Usando uno, la bici no restará espacio en el garaje y otra zona de almacenamiento de la casa, ni tampoco resultará incómodo el momento de sacarla y volverla a colocar en su sitio. Incluso puede mejorar el mantenimiento, pues no habrá riesgo de almacenar junto a objetos pesados que ejerzan demasiado presión y pongan en peligro sus componentes.
Vistas las ventajas de los soportes para bicicletas, es hora de repasar modelos que han dado buenos resultados a un gran número de usuarios. Gustan por el tipo de almacenamiento que ofrecen, el montaje y, en definitiva, lo cómodos que son de usar.
Es un portabicicletas de pared con el que la bici queda colgada, de manera que deja libre el suelo. Está recomendado para bicicletas de carretera, híbridas o de montaña pequeñas. Soporta hasta 35 kg y el diámetro de rueda óptimo es de 20”-29”, con hasta 2,1” de anchura máxima de neumático.
Viene con fijaciones incluidas para la instalación, y está hecho en materiales de acero y plástico con tratamiento UV que resultan duraderos. Además, posee función de giro de hasta 160º de lado a lado y, para colocar la bici, no se necesita levantarla. Basta con equilibrarla usando el manillar y la rueda trasera.
Las instrucciones no están demasiado claras y no sirve para bicis que tengan guardabarros, pero, a juzgar por las valoraciones, los contras están ampliamente compensados por su facilidad de uso y su relación calidad-precio.
Es un soporte para bicis de pared con el que las bicicletas quedan en vertical. Consta de una tubería de acero de 1” de ancho y 46” de largo, suficiente como para que se pueda montar más de una bici y/o accesorios. Está recomendada para bicicletas de carretera, montaña, híbridas y BMX, pero no para las de neumáticos gruesos.
Está diseñado para sujetar unos 90 kilos, algo menos de 20 kg por cada bici/accesorio. Cuenta con unos ganchos reforzados para proporcionar un agarre seguro, así como tornillos de bastante longitud.
El número de las bicicletas que soporta dependerá de su peso y tamaño, aunque caben varias. Si son de niños, es probable que quepan cinco. Si son de adultos, mejor no poner más de tres o cuatro.
Es un apoyabicicletas de suelo, es decir, una pieza de construcción robusta en acero. Este, en realidad, consta de un doble cuerpo, uno horizontal y otro vertical, en forma de horquilla. Simplemente, lo colocas en el suelo y apoyas la bici para que quede fija, sin riesgo de que se caiga o vaya para los lados.
Está diseñado para ruedas con una anchura máxima de 70 mm y, entre otros usuarios, los utilizan los de ebike.
No es un soporte de bicicletas vertical, aunque sea de pared, sino que la bici queda en paralelo a esta. Ocupa una superficie mayor en el muro, pero, al ir colgada y en horizontal, ocupa menos espacio en el suelo y, en general, en la estancia.
Es fácil de instalar, pues basta con introducir los tornillos en los agujeros del soporte y fijarlos a la pared. Para colgar la bici, dispone de dos brazos con acolchado extra que protegen el chasis. Tendrás que levantarla y colgarla del cuadro.
Está hecho en acero de alta calidad y el soporte es plegable, de manera que, si no lo utilizas, puedes recogerlo para que ocupe menos espacio. Admite un peso máximo de 20 kilos.
Un soporte de suelo para el almacenamiento de bicicletas que, como los de su clase, es sencillo y fácil de usar: basta con colocarlo en el suelo y encajar la rueda de la bicicleta en el soporte. Este modelo cuenta con cuerpo superior que hace de tope, lo que elimina cualquier posibilidad de que la rueda se desplace hacia delante.
Su tamaño es de 343 x 343 mm, de manera que ocupa espacio. Está diseñado para sujetar bicis con neumáticos de hasta 20 mm, y puedes encontrarlo en tres colores: negro, blanco y plateado.
A los usuarios les gusta por la buena estabilidad que presenta, su robustez y la versatilidad, ya que acepta una amplia gama de tipos de bicicleta. Especialmente, las bicis de carretera.
Cada cual tiene sus necesidades en cuanto a espacio, además de sus preferencias, por lo que no se puede afirmar de manera categoría que un modelo sea mejor que otro. Lo que sí puedes hacer es tener en cuenta los siguientes factores de compra:
Los modelos disponibles en el mercado nos llevan a agruparlo en dos grandes grupos: los de pared y los de suelo. Por lo general, los primeros tienen un anclaje de bici en al pared y permiten ahorrar más espacio, pero los segundos son más cómodos de montar, instalar y usar.
Hay un tercer tipo, que son los de techo, ya que van anclados en el techo, pero son menos habituales porque quedan demasiado altos como para hacer cómodo un uso cotidiano. Son más para un almacenamiento prolongado.
Dentro de cada categoría, hay subtipos. En los de pared hay dos: los que permiten una colocación vertical de la bici y los que hacen que esta quede en horizontal. Con los verticales, la rueda trasera queda apoyada en el suelo. En los horizontales, generalmente, hay que alzar la bici para colgarla, luego son más incómodos de usar, pero dejan más espacio libre en la estancia.
En cuanto a los de suelo, puedes encontrar tanto los que albergan la rueda delantera como los de rueda trasera. A ellos se suman los de taller o caballete, que constan de un trípode como gancho en el extremo superior que agarra el tubo de la bici.
En resumen:
Vistas las características de cada tipo y analizados algunos modelos populares, te puedes hacer una idea y decidir en función de tus necesidades. Repasamos algunas de las más frecuentes:
Hay muchas tiendas especializadas en las que se pueden adquirir, como Decathlon o las tiendas de bicis de barrio. Pero, a día de hoy, Amazon no tiene competencia en cuanto a variedad, precios y tiempos de envío. Además, cada ficha de producto está muy bien nutrida con los comentarios, preguntas y respuestas de los usuarios.
En definitiva, un soporte para bici es un dispositivo práctico para dejar la bici fija, sin riesgo de caídas accidentales. Dependiendo de factores como el espacio que quieras dejar libre o tu presupuesto, podrás adquirir una de pared o de suelo, con las peculiaridades de cada modelo dentro de cada categoría. Se suman las de techo, los que más espacios ahorra, pero también los más incómodos de usar.