Un recorrido por la página web de Juan Ayuso, la maravillosa perla del ciclismo español, resulta muy, muy impactante.
Te encuentras un chaval de 19 años (16/09/2022) que ha vivido varias vidas y que va más allá del ciclista que, a su edad, ya ha debutado en profesionales y este año ha sido 5º en la Volta a Catalunya o 4º en el Tour de Romandia.
Un chaval que habla tres idiomas y que sus padres eligieron mudarse a Jávea (en vez de a Asturias como era su primera idea) porque allí estaba el colegio británico que querían para sus hijos, para él y para su hermana.
Un niño que nació en Barcelona y que después se mudó a Atlanta (EEUU), donde se quedó con un buen acento en inglés para toda la vida y con leves recuerdos (era muy niño) de los aviones, de los Atlanta Hawks o de los Falcons de la NFL.
Después, fue futbolista en Madrid. Jugó de lateral derecho en el Canillas y entrenaba en Valdebebas, en la Ciudad Deportiva del Real Madrid, donde descubrió que sus sueños no estaban domiciliados en un campo de fútbol.
Fue adolescente en Jávea, donde la familia llegó “casi por casualidad”, atraída por la idea de vivir en la costa.
Y eso iba a ser clave en su vida porque hasta entonces Juan Ayuso no sabía nada del ciclismo.
Y no sabía que quería ser ciclista, claro.
Y fue en Jávea, donde encontró el principio.
Un principio que hoy es una consistente realidad de 19 años que nos invita a soñar y a formar parte de su vida y a disfrazarnos de admiradores suyos y a entender que “a veces el esfuerzo puede ser bueno pero no suficiente” y que por suerte “mañana habrá una nueva oportunidad”.
Y todo eso es Juan Ayuso, de una madurez impecable.
Quizás culpa de los aviones o de las mudanzas que, como decía Jack Nicholson, no sólo nos cambian de ciudad, sino también de piel.
Desde entonces, ya lo saben ustedes.
Hablamos de Ayuso y se nos iluminan los ojos.
Ayuso ahora está haciendo un Master de ciclismo a los 19 años en UAE Emirates (el ejército de Pogacar).
No hay ninguna prisa en él ni en su entorno a pesar de que las edades se hayan disparado en el ciclismo.
Ayuso valora la felicidad de estar donde quiere estar, esa felicidad no tiene precio, y de ahí que hasta los sacrificios sean muy relativos.
Quizá porque el verdadero paraíso no está en el podio, sino en el esfuerzo.