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Hemorroides y bicicleta: influencia y consejos

Publicado por
Natalia Romero
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Hemorroides y bicicleta, ¿son enemigos irreconciliables? Si estás sufriendo una crisis hemorroidal, como se define en la jerga médica, puede que ni quieras oír hablar de coger la bici. Pero si atraviesas un episodio leve o has logrado controlarlo con las medidas higiénico-dietéticas que suelen prescribir, puede que te preguntas si usar la bici podría agravar o volver a desatar el episodio.

Antes de que decidas poner tu afición en cuarentena, te invitamos a leer la relación entre hemorroides y bicicleta, incluyendo algunos consejos útiles para prevenir.

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Por qué se inflaman las hemorroides

Como explica Mayo Clinic, las hemorroides o almorranas son venas hinchadas en el ano y la parte final del recto. Se pueden desarrollar dentro de este o debajo de la piel de alrededor del ano, de manera que se diferencia entre hemorroides internas o externas. La incidencia es alta, pues la propia clínica asegura que casi tres de cada cuatro adultos tendrá hemorroides.

Las hemorroides aparecen cuando se produce el desplazamiento distal de estructuras vasculoeslásticas que están presentes en el canal anal. Así lo explican los doctores Sara Jareño y Carlos María de Hevia, especialistas del Hospital de Manises. Dicho desplazamiento se produce por causas como el estreñimiento, el esfuerzo defecatorio, la diarrea o aumento de frecuencia deposicional, etc. También son frecuentes durante el embarazo y/o tras el parto, y en personas que pasan mucho tiempo sentadas en el baño o de pie.

Entre las causas frecuentes de aparición de hemorroides no se cita el ciclismo. La práctica de esta disciplina no las provoca, aunque sí puede contribuir a su sintomatología si no se toman las medidas adecuadas. Hablamos de picor, irritación o sangrado.

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Conviene recordar que, cuando los síntomas de las hemorroides no se atajan con medidas higiénico-dietéticas, hay que consultar a un médico. También será necesario hacerlo si se produce prolapso irreductible, anemia (con otras causas frecuentes descartadas) o síntomas infrecuentes como ulceración de la piel, exudado purulento o cambios repentinos en el ritmo deposicional.

Consejos para montar en bici con hemorroides

No tienes que desterrar la bici de tu día a día si tienes hemorroides, menos aún si disfrutas usándola y ya te beneficias de todas las ventajas que tiene para tu salud. Te ofrecemos algunos consejos útiles para buscar la compatibilidad entre ambas.

1. Usa ropa técnica

La Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) ofrece consejos útiles sobre equipamiento ciclista, sobre todo para principiantes. Hay que tener en cuenta la actividad, el terreno de práctica y la climatología, pero dado que la ropa está en contacto directo con el cuerpo hay que cuidar la elección.

La prenda más importante es el culote, que puede suponer una diferencia determinante entre pedalear con confort o con sufrimiento. Debe tener una buena badana, que protegerá al ciclista, y existen modelos en función del tipo de sillín que emplee, su peso y las horas que suele ir en bici. Es transpirable, hipoalergénica y adaptable a la anatomía.

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Lo recomendable es usar badanas con configuración de dos densidades y propiedades antibacterianas, ideales para la larga distancia. La zonas con más densidad deberá permitir buena rotación de los huesos de la pelvis.

Otros consejos que ofrece la RFEC para el equipamiento deportivo son:

  • Evita la ropa de algodón, porque empapa de sudor y no ofrece transpiración. Esto es especialmente contraproducente para las almorranas, porque la zona te picará más.
  • Usa ropa de tejido técnico transpirable de calidad, pues incluso influye en el rendimiento. Evita falsificaciones baratas con tejido de una calidad ínfima. Utiliza ropa con tejidos antiabrasivos y costuras planas para evitar rozaduras en el maillot y en el culote.
  • Escoge maillots con acabados de goma de silicona hipoalergénica en la cintura, más aún si tienes la piel sensible. Además, son recomendables las mangas de licra.
  • Comprueba que tiene bolsillos posteriores, lo que te resultará útil para llevar agua, barritas energéticas, fruta, etc. Como verás, la alimentación también es muy importante para paliar los efectos de las hemorroides y prevenirlas.
  • Opta por maillot con cremallera completa que, aunque subirá el precio, aporta buen ajuste.
  • Evita llevar ropa interior con el culote, porque se puede mover y provocar molestias y rozadoras.
  • Usa culotes apropiados según la época del año, cortos en verano y hasta los tobillos en invierno, con tirantes.
  • Lava la ropa técnica en la lavadora, con un programa corto no muy fuerte, a temperatura fría y añadiendo solo un poco de jabón, nunca suavizante.

2. Cambia la postura

Mientras pedaleas puedes poner en marcha estrategias sencillas encaminadas a aliviar presiones sobre la zona afectada, lo que evitará dolores. Cada 15 o 20 aproximadamente conviene que te pongas de pie sobre los pedales e interrumpas el pedaleo, solo aprovechando la inercia de la marcha, lo que favorecerá la irrigación sanguínea de la zona.

Si estás atravesando un mal momento con las hemorroides, también convendrá que cambies el plan de entrenamiento. Si planificas una ruta con subida continua, por ejemplo, no tendrás tanto margen para cambiar la posición, porque ponerse de pie no es lo más recomendable si quieres evitar cansarte (ya que son las piernas la que ejercen el pedaleo y soportan el peso del cuerpo).

3. Sustituye el sillín

La fricción de la zona con el sillín, así como el movimiento cuando vas sobre ella, puede agravar los síntomas de las hemorroides. En lo peor del episodio no querrás coger la bici, pero, una vez te recuperes, hay fórmulas para evitar que la fricción te haga daño. Ya te hemos hablado del culote con badana de gel, pero debes saber que también hay diferentes tipos de sillines y algunos resultan más livianos que otros.

Los más recomendados para las hemorroides son más anchos que los habituales, especialmente en la parte posterior, por lo que permiten un apoyo mayor. Los sillones sin nariz reducen la presión y el roce en la zona, y su diseño suele contar con una ranura central que favorece la circulación del aire y disminuye la presión.

Hay sillines con nariz también útiles, pues tienen un diseño ergonómico con área frontal estrecha y posterior ancha, con interior de gel. Si el sillín es lo bastante mullido, generará menos presión.

4. Limpia bien la zona tras el entrenamiento

Lo más probable es que durante el entrenamiento sudes, y más si realizas una ruta de varios kilómetros. El sudor recorrerá los glúteos y llegará a la zona más sensible, lo que puede producir picor. Evita a toda costa rascarte muy fuerte para no dañar las venas inflamadas.

La farmacéutica Lacer, que comercializa productos específicos para las hemorroides, ofrece consejos para cuidar la zona. Aplícalos no solo después del entrenamiento, sino en otros momentos delicados como después de la deposición:

  • Lava la zona perianal con agua tibia. El calor tiene un efecto vasodilatador que no viene nada bien para la inflamación, así que el agua debe estar tibia. Si prolongas el lavado durante 10 minutos obtendrás efectos calmantes.
  • Utiliza un jabón neutro, sin perfumes, ni alcohol ni aromas, pues estos contribuirán a aumentar la irritación. Los específicos para higiene íntima están especialmente recomendados.
  • Evita el papel higiénico cuando te seques, porque pueden quedar restos. Usa una toalla limpia y seca y evita frotar con energía, sino dar pequeños toques.
  • Si usas toallitas húmedas para limpiar, fíjate en que no lleven alcohol ni perfumes para no aumentar la irritación y el escozor. Hay toallitas especiales para hemorroides que tienen tratamientos de aloe vera, centella asiática y otros principios activos calmantes y cicatrizantes.
  • Mantén el equilibrio en los lavados para no alterar la capa grasa natural, que tiene una función protectora. Procede como hemos expuesto solo tras entrenamientos y deposiciones.

5. Aplica cremas especiales

Las pomadas para hemorroides se venden sin receta médica, así que solo tienes que seguir las instrucciones del prospecto. Tienen principios activos como tiamcinolona acetonido, lidocaína hidrocloruro o pentosano polisulfato de sodio que trata los síntomas, como la inflamación, el dolor, el picor y el escozor. Lee bien las recomendaciones, porque algunas no están indicadas para adultos jóvenes (de menos de 18 años).

6. Cuida tu menú

La Fundación Española del Aparato Digestivo ofrece recomendaciones nutricionales útiles para tratar las hemorroides y la fisura anal mediante la alimentación. Se trata de prevenir el estreñimiento, una causa estrechamente relacionada, para lo que se aconseja comer:

Fibra

Para asegurar un consumo de fibra de entre 25 y 35 gramos al día, deberías consumir:

  • Dos raciones de verdura al día.
  • Tres piezas de fruta al día, preferiblemente enteras, porque la mayor parte de la fibra está en la pulpa y en la piel.
  • Seis raciones de farináceos, que puedes encontrar en cereales, pan, pasta o arroz, preferiblemente integrales y/o enriquecidos con salvado de trigo.
  • Entre cuatro y seis raciones de legumbres, intercambiando con los cereales.

Aumentar el consumo de fibra implica también aumentar el de agua y líquidos. Intenta llegar a los dos litros, para lo que te pueden ayudar las infusiones, los zumos de frutas naturales y los caldos.

Grasas

Un consejo útil es tomar una cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra en ayunas. Ten en cuenta que la restricción de grasas de las dietas hipocalóricas suele provocar estreñimiento.

Alimentos que potencian la secreción de bilis

Ayuda a la digestión y tiene efectos laxantes. Alimentos con grasas junto a frutas y vegetales como las alcachofas, la escarola, la endivia, la berenjena o la naranja (sobre todo en zumo) promueve dicha secreción.

Quedan excluidos alimentos con efectos irritativos para el intestino: café, tabaco, alcohol, especies picantes, etc. Vigila también el consumo de arroz no integral y de té, que son astringentes.

Echa un vistazo a los alimentos recomendados en la tabla elaborada por la FEAD.

Conclusiones

Recopilada toda la información, estas son las conclusiones que podemos extraer:

  • El uso de la bicicleta no provoca hemorroides. Empeora los síntomas cuando estás en un pico de crisis, en el que quizás te resulte incómodo usarla, pero no tienes que renunciar a ella si tienes tendencia a tenerlas.
  • Usar ropa técnica es importante, especialmente un culote con badana acorde a tus características físicas y de la propia actividad.
  • Entre las medidas preventivas que puedes tomar está el uso de un sillín especial, la adaptación de la ruta y los cambios de postura durante la misma.
  • En medio de una crisis hemorroidal, los hábitos higiénico-dietéticos son importantes.

 

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