Sí, lo sabemos, estas son las tareas menos placenteras de la bici. Pero un mantenimiento de la suspensión de la bicicleta de montaña previene problemas y averías que resultarán muy costosas, que jubilarán tu bici antes de tiempo o te pondrán a ti en riesgo.
Aprende a ejecutar las tareas más básicas. Tardas más tiempo en pensar la pereza que te da que en ejecutarlas, así que toma nota.
El mantenimiento de la suspensión de la bici se debería planificar en el corto, medio y largo plazo. Porque, como decimos, un mantenimiento periódico evita problemas mayores.
Comprobaciones cotidianas
Uno de los primeros pasos a dar con una bici nueva es la configuración de la presión, que va ajustada a tu peso. Para saber cómo graduar la suspensión de la bici, necesitarás un inflador para suspensiones con medidor de presión, un dispositivo que tienen en los talleres. Si quieres realizar comprobaciones periódicas por ti mismo, hay infladores por menos de 30 euros.
Abre la perilla ubicada sobre la botella, desenrosca la tapa y enrosca la boquilla del inflador. Mide la presión e infla hasta llegar a la adecuada. Para saber cuál es, consulta las recomendaciones del fabricante o pregunta en la tienda o en el taller. Los infladores de horquillas también suelen venir con tablas orientativas.
Después de salir con tu bici, deberías emplear unos minutos en limpiar las suspensiones con un trapo húmedo, así como revisar barras, botellas y amortiguador. Tratándose de una bici de montaña, lo normal es que acumulen polvo o barro.
Tratamiento preventivo
Esas, decíamos, son comprobaciones cotidianas. Aparte, deberías realizar un tratamiento preventivo cada tres meses, aproximadamente, que engloba una limpieza interna, el cambio de aceite y la sustitución de retenes. Puedes ejecutarla tú mismo/a y ahorrarte el coste, si tienes cierto dominio de la mecánica y cuentas con tiempo.
Revisión completa
A las anteriores se suma la revisión completa. Conviene hacerla una vez al año y va más allá de la limpieza, pues conlleva el desmontaje y la revisión del circuito y las cámaras. Tendrá que hacerlo un especialista en un taller autorizado por la marca que haya fabricado la suspensión.
Realizar un mantenimiento básico a un horquilla de muelles no es difícil. Requiere algo de pericia, pero, en cuanto pilles la dinámica, no te costará.
Cada modelo tendrá sus propios requerimientos, pero, en general, hay una serie de pasos a seguir. Los repasamos de la mano de un experto de talleres Mundo Mammoth:
El mantenimiento del otro tubo dependerá del modelo. Algunos tienen un aceite que habría que cambiar, pero en otros es suficiente con realizar los pasos anteriores.
Te habrás preguntado cuánto puede durar una horquilla. Si realizas los pasos anteriores una vez al año, además de limpiar con regularidad, podrás alargar mucho su vida útil.
Haciendo pequeñas comprobaciones periódicas, junto a algunas más exhaustivas cada varios meses o anualmente, detectarás daños. Un alto porcentaje del trabajo de mantenimiento de la suspensión de una MTB consiste en revisar, pero debes actuar en cuanto detectes cualquier problema.
Conocer los más frecuentes te ayudará a planificar tus revisiones y prestar atención a detalles concretos:
Al margen de la observación, la limpieza y los cambios periódicos, debes seguir las instrucciones del fabricante de la suspensión. Las marcas establecen plazos, pero, generalmente, recomiendan una revisión exhaustiva cada 100-200 horas, dependiendo del modelo. Es decir, cada año o año y medio.
Los precios dependen de la marca de la suspensión y de lo que cada taller considera que cuesta la mano de obra. A modo orientativo, para la revisión de suspensiones Rock Shox hemos encontrado precios de entre 70 y 160 euros. Una revisión de horquilla Fox puede costarte entre 75 y 110 euros, y los de una SR Suntour parten de 60 euros. Pero, repetimos, son solo precios orientativos.
El buen funcionamiento de la suspensión es fundamental para sacar el máximo rendimiento a tu bicicleta de montaña, y disfrutar en las salidas. Al ser un sistema sometido a desgaste y con piezas específicas, necesita de mantenimiento periódico en diferentes plazos. Con buena limpieza exterior, interior y revisiones anuales es suficiente para alargar al máximo su vida útil.