El mundo del ciclismo puede ser tan variado como apasionante. Mandan los entornos y las preferencias de uso, pero también se tienen en cuenta factores como el nivel físico y técnico. Por eso las dudas sobre si es mejor una bicicleta de ruta o una de montaña están entre las más frecuentes, y te invitamos a plantearte las cuestiones adecuadas antes de decantarte por una u otra.
La diferencia más evidente está en las llantas: las de montaña son más gruesas para adaptarse mejor a entornos rurales cambiantes, mientras que las de carretera ofrecen más ligereza en el asfalto. A ello se suman otras diferencias técnicas: la bici de ruta tiene ángulos más abiertos porque son más ligeras, mientras que las de montaña suspensiones que las hacen más gruesas y cómodas.
Además de lo que se pueda apreciar a simple vista, las diferencias son ostensibles cuando se trata de pedalear. En ambas disciplinas hay que generar potencia con las piernas para vender la resistencia al pedaleo, sí, pero hay matices. Las revoluciones por minuto (RPM) son menores en la montaña, ya que las condiciones del terreno hacen que la velocidad no sea tan constante (rocas, barro, piedras sueltas…). Las RPM lentas, además, requieren más fuerza muscular.
La montaña no solo requiere más fuerza en las piernas, sino también en abdomen, pecho y espalda. Los ciclistas de MTB pasan más tiempo de pie sobre la bici que los de carretera, dado que el terreno les fuerza a variar la posición para ganar eficiencia.
¿Qué es mejor, la bicicleta de ruta o la de montaña? Cuando las preferencias están claras y son el único factor determinante, no hay problemas de elección. Pero cuando se tienen objetivos más allá del disfrute y otros criterios, la decisión se puede complicar. Repasamos algunas preguntas frecuentes para ayudarte a elegir.
Si la quieres usar como aficionado en tus ratos de ocio y tiempo libre, decidirás en función de tu entorno de preferencia para el pedaleo. Diferente es que tengas un objetivo específico, como realizar una actividad regular que te ayude a bajar de peso y/o mantenerte en forma.
La bicicleta de carretera parece mejor opción para quemar calorías y mejorar la resistencia cardiovascular, ya que permite mantener un ritmo regular durante periodos prolongados. Es una apreciación general.
La bicicleta de ruta es perfecta para vías interurbanas. Puedes usarla para dar largos paseos por vías comarcales asfaltadas, sea en llano o en pendientes, y alcanzar velocidades considerables.
La mountain bike, en cambio, está pensada para salir de entornos urbanos e interurbanos y adentrarse entre senderos sin asfaltar, sean adoquinados, de tierra o de hierba. Las rígidas están diseñadas para terrenos regulares, mientras que las de doble suspensión se adaptan a terrenos cambiantes en los que puede haber saltos.
Otros entornos no son recomendables para ninguna de las dos bicis. Si quieres usarla para introducir actividad física en tu día a día, y vives en el corazón de la ciudad, mejor usa una bici de paseo urbana.
La técnica es fundamental para ir más rápido con menos esfuerzo. Para empezar, a los principiantes adultos les costará más la bici de montaña, que requiere más pericia. Con un nivel bajo se pierde impulso en zonas técnicas, así que te cansarás antes y, posiblemente, acabes frustrado y caminando junto a la bici, en lugar de pedalear sobre ella.
El ciclismo de montaña puede ser más duro, según la ruta, aunque tiene la ventaja de no tener que circular entre el tráfico.
Si te estás preguntando si se puede usar una bicicleta de carretera en la montaña, déjanos decirte que es mala idea. Las ruedas pueden deteriorarse rápido, ya que las someterás al desgaste extra de un terreno para el que no están preparadas. Además, al adaptarse peor, son menos seguras.
Tampoco es buena idea usar la bicicleta de montaña en carretera, sobre todo, por la experiencia de manejo. Será poco fluida y placentera, porque las bicis de montaña pesan más que las de carretera como para ir rápido por vías interurbanas, y en la posición aerodinámica que requieren estas. Lo notarás especialmente en bajadas o en curvas.
En el mercado puedes encontrar neumáticos que prometen convertir tu bicicleta de carretera en una de montaña en tiempo récord. Pero, antes de andar haciendo cambios, que resultarán incómodos, te aconsejaríamos optar por un modelo híbrido o de gravel si buscas cubrir todas las opciones.