Ha sido undécimo clasificado en la prueba sub-23 del Mundial de Glasgow lo que confirma su magnífica temporada.
Se llama Carlos Canal, tiene 22 años y es natural de Ginzo de Limia (Orense) y es un ciclista polivalente que en el futuro, sobre todo, apunta a las clásicas. Y, claro está, a alguno de los monumentos.
Un joven corpulento de casi 1,80 cm de estatura que hasta ahora corría en el Euskaltel y que, si no hay novedad, a partir de la próxima temporada lo hará en Movistar.
Un salto enorme para Carlos Canal que en 2023 ha certificado lo que él mismo pronosticaba. “En la anterior temporada comencé a asomar la cabeza en alguna carrera”, decía, “pero ahora tengo que dar un paso adelante y afinar en las clásicas o en etapas que se asemejen a ese perfil”.
Dicho y hecho. Y el Mundial ha sido la prueba reina que ha dado la razón a un ciclista que ha vivido su tercer año de profesional y cuyos orígenes se remontan al barro.
Hay que recordar que Canal viene del ciclocross, donde, además de séptimo en un Mundial, fue campeón de España júnior durante dos años.
De ahí pasó al MTB hasta llegar al asfalto, al mas puro estilo de Van der Poel, Van Aert y Pidcock, que son campeones mundiales y olímpicos entre ciclocross y MTB.
El propio Canal acepta su responsabilidad en el futuro: “Soy un corredor todoterreno”, ha dicho. “Me defiendo bien en todos los aspectos y soy bastante fiable. Dentro de lo que puede ser un corredor joven, como yo, trato de ser muy estable en los resultados. En carretera, que son muchos días de competición, trato de estar siempre ahí, o al menos no tener días de bajón”.