Ha visto cuatro amarillas por protestar

Los árbitros 'chulean' a Messi

Leo Messi, con cuatro, ha visto solo una amarilla menos que Pepe en esta Liga. Ante esta injusticia tan clamorosa es normal que se rebele cualquiera...

Javier Miguel

Que un jugador como Pepe haya visto una amarilla menos que Messi a estas alturas de la temporada demuestra que algo está fallando, y de forma grave, en la competición. No es de recibo que un energúmeno tan descalificado como el defensa del Madrid se salga prácticamente de 'rositas' cada partido pese a dar pisotones intencionados y manotazos teledirigidos a mansalva, mientras que el mejor jugador del mundo se haya llevado ya a casa cuatro cartulinas simplemente por intentar dialogar con el árbitro o protestar la mala intención de algún jugador tras ser víctima de su enésimo 'palo'.

De hecho, las cuatro tarjetas que ha visto 'La Pulga' en esta Liga han sido todas por protestar. Ni más ni menos. No por una acción punible buscando la pierna del rival o por tirarse dentro del área buscando engañar al colegiado con alevosía sino simplemente por intentar exponer su opinión o su queja -con las pulsaciones a casi 200 por minuto- hacia una situación que sufre el crack un partido sí y otro también: la caza y captura a sus piernas.

De ahí que las declaraciones de Messi hacia el estamento arbitral tras el partido ante el Villarreal tengan su justificación. El delantero está harto de sufrir la incomprensión de los colegiados ante una situación que él es la víctima y no el verdugo. “No me gusta hablar de los árbitros porque a veces lo hacen bien y otras mal, pero por ahí son a veces soberbios, no se puede discutir una jugada con ellos y hasta te amenazan a la mínima con sacarte una tarjeta”, explicó, un tanto resignado, Leo.

En cualquier caso, unas palabras dichas con el máximo respeto y sin ninguna acritud, no como algunos jugadores del Real Madrid que tras la eliminación de la Copa del Rey ante el Barcelona se dedicaron a repartir improperios de todo tipo a los árbitros de la contienda, llegando a exhortar el capitán Iker Casillas a gritos en el túnel del vestuario que se fuera “de fiesta” con los blaugrana y su entrenador, José Mourinho, llegó a descalificar al trencilla llamándole “sinvergüenza” a la cara, sin recibir ambos ningún castigo por tan irreverente actitud.

Estas son las situaciones que en el vestuario del Barça empiezan a estar más que hartos.