Es muy probable que Marruecos no hubiera llegado a ser semifinalista del Mundial de Qatar sin Hakim Ziyech. Y no trata esta historia del enorme talento futbolístico del extremo del Chelsea, sino de su carácter. Difícil y díscolo pero altamente útil para su país y para su selección. Sin él, sin su rebeldía, hoy Walid Regragui no sería el técnico del combinado alauí. Y quién saber lo que habría sido de Marruecos sin el hoy convertido en héroe nacional a sus mandos.

Cuando Van Basten llamó "estúpido" al díscolo Ziyech por jugar con Marruecos (leer noticia)