Cuando parecía ya todo decidido en el Wanda tras el 45, y en unos minutos de descuento de la primera parte que le sobraron al Barça, y a Ter Stegen, llegó el jarro de agua fría. Una buena parte, tanto para el cancerbero como para el equipo, quedó eclipsada por un gol de Yannick Carrasco que dejó en evidencia la falta de concentración en unos minutos vitales.

Las dos caras de Ter Stegen (leer noticia)