Con confianza pero sin confiarse. Con ilusión, ganas y la sensación de llegar mejor preparadas y con más opciones a la final que hace dos años, cuando el todopoderoso Olympique de Lyon no solo era mucho mejor equipo, sino también “infundía demasiado respeto”.

Lluís Cortés: "Estamos a punto de jugar un partido para la historia" (leer noticia)