Ya se lo olía Jordi Roger, secretario técnico del Atlético Baleares y mano inocente del sorteo de octavos de final de la Copa del Rey, cuando sacó la bola del Athletic Club. “Barça”, susurró antes de que Julen Guerrero, leyenda rojiblanca, abriera la esfera que contenía, efectivamente, el nombre del club blaugrana. Una vez más, los dos conjuntos con más trofeos de la competición del KO –31 y 23 para los culés– fueron emparejados. Bilbaínos y catalanes disputarán en San Mamés una eliminatoria que reeditará la final de la edición de la temporada pasada, que se decantó claramente a favor de los segundos (0-4).

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