Diego Armando Maradona quiso un día tener un encuentro privado con Lionel Messi en la ciudad de Rosario (Argentina). El Rey del fútbol quería abrazar a su sucesor. Darle su bendición. No podría abdicar nunca, ya lo habían entronizado como leyenda del fútbol. Pero quería manifestarle en un gesto paternalista que creía en él. Que sin conocerlo ya lo quería y lo admiraba. El Diego que nos dio las alegrías más grandes deseaba que Messi tuviera su suerte: que un día fuera campeón del mundo y querido por su país, que empezaba a descubrirlo.

El día que Maradona coronó a Messi (leer noticia)