Con la ilusión de jóvenes y suplentes

Los suplentes del Barça ganaron en Kiev

Los suplentes del Barça ganaron en Kiev / Javi Ferrándiz

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Entiendo el desasosiego de Griezmann. Nada ha salido como él esperaba. Desde su llegada al Barça, todo ha ido mal. O peor. Los resultados del equipo han sido pésimos. Y su rendimiento ha estado muy por debajo de lo previsto. Los tres cambios de entrenador y la pandemia tampoco han ayudado. Pero cuando fichó por el club blaugrana, el delantero francés ya debía suponer que no sería fácil. Y menos siendo el  segundo traspaso más caro de la historia del Barça (135 millones), solo por detrás de Coutinho.

Griezmann hace bien en rebelarse contra las mentiras (su relación personal con Messi es, ahora, excelente) pero debe encajar las críticas porque van en el sueldo. Que, por cierto, es extraordinario. Mucho más que su aportación al equipo. Sus confesiones en ‘Universo Valdano’ fueron un grito de socorro ante la desesperación que está atravesando. Una petición de ayuda a sus compañeros, a su técnico, a los socios, a los aficionados, a los medios de comunicación y al entorno. El problema es que la solución solo pasa por que Griezmann vuelva a ser Griezmann. Y eso está, exclusivamente, en sus manos. Y en su cabeza... 

Griezmann no fue titular anoche en Kiev. Aunque marcó el cuarto gol en el minuto 92. Koeman le dio descanso. Como a Messi. O a De Jong. El entrenador holandés revolucionó el equipo. En parte, obligado por las bajas. En parte, porque decidió hacer rotaciones. Y el ‘Barça B’, con siete no titulares (Sergiño Dest, Mingueza, Junior, Pjanic, Aleñá, Trincao y Braithwaite) jugó incluso mejor que el ‘Barça A’ y logró una gran victoria ante el Dinamo que sirvió para lograr la clasificación para los octavos de final de la Champions con un pleno de triunfos (4 de 4).

Con la alineación más joven de los últimos nueve años (24 años y 206 días), quedó claro que la ilusión de los chavales a veces puede más que la calidad de los veteranos. El fútbol de hoy va de esto: para ganar no basta solo con ser bueno, hay que poner intensidad, mucha intensidad. Como hicieron ayer unos teóricos suplentes que merecen ser tenidos en cuenta como futuros titulares. Buena noticia para Koeman.