La protección de la vista, vital en el esquí

La vista es el sentido más importante a la hora de esquiar. Basta que nos toque un día de niebla o mala visibilidad para ser conscientes. Más lo saben los esquiadores y snowboarders que necesitan gafas graduadas. De ahí la importancia de elegir las gafas adecuadas ya que el esquí, comola mayoría de los deportes, pone a nuestro sistema visual al límite de sus capacidades. Además tener la mejor protección es indispensable para la salud de nuestros ojos, como elemento de protección ante el viento y la radicación ultravioleta.

Sobre la tipología de gafas, destacar que “no podemos usar cualquier gafa de sol para protegernos. Lo más importante es que los cristales tengan filtros homologados que protejan frente a la radiación ultravioleta. Utilizar cristales no adecuados puede tener consecuencias peores que no utilizar gafas”, señala Fabio Delgado, director técnico de los centros ópticos Cottet.

En caso de necesitar gafas graduadas, Alex Cottet, vicepresidente de Cottet, apuntya que “los que llevamos gafas graduadas sabemos que combinarlas con una máscara de nieve es normalmente incómodo, y puede resultar muy peligroso  ya que, en caso de caída, nos podemos clavar las gafas e incluso que el mal sea mayor, de ahí la importancia de utilizar una correcta protección y asesorar sobre sistemas de graduación para las gafas deportivas”. Se pueden usar gafas de sol deportivas o máscaras tipo ventisca que se gradúan como cualquier otra gafa eligiendo el filtro que mejor se adapte a cada usuario. Para los aficionados al esquí no tan asiduos existe otra opción en el caso de considerar no graduarse la máscara. Se llama clip-in o sistema araña, una montura sin patillas que se introduce dentro de la máscara y se fija gracias a sus pequeñas patas (de ahí su nombre). Cuesta unos 30 euros a monturas, cristales a parte). Otra opción puede ser utilizar lentillas, válidas para usar con las gafas de sol y ventisca.