La Vuelta 2020, fiel a la montaña

Este martes se ha presentado el recorrido de la Vuelta 2020

Este martes se ha presentado el recorrido de la Vuelta 2020 / EFE

Jonathan Moreno

No es ya ninguna sorpresa que La Vuelta se desmarque de las otras dos ‘Grandes’ y apueste ‘all in’ a la montaña. La organización prima por el espectáculo, y los aficionados al ciclismo agradecemos el esfuerzo de todos los implicados, especialmente el de los corredores. Porque no nos engañemos, este deporte alcanza tintes sádicos. El espectador disfruta con el dolor ajeno, con los ciclistas retorciéndose en sus bicicletas sobre pavimentos para ganado. El ascenso a Los Machucos en la edición de 2019 es ejemplo palmario. 

Para el deportista no hay mejor reclamo que acudir a La Vuelta a España, ganándole claramente la tostada al Giro en los últimos años. Salir airoso del suplicio que supone afrontar la ronda ibérica es el mejor  aval para el ciclista que, al fin y al cabo, vive de su escuadra y los patrocinios que pueda adquirir. 

Y no hay mejor manera de exportar el producto, que mostrar el género. Es de primero de marketing. Así lo han decidido los rectores de la carrera, en una Vuelta más internacional que nunca. Salida en Utrecht (Países Bajos) y paso por Francia y Portugal.

Recorrido explosivo

Se abrió el telón de la 75ª edición de La Vuelta y el pastel fue tremendo. De esos que quitan el hipo. Ojear el libro de ruta en la pantalla produjo agujetas a los trajeados ciclistas que acudieron al auditorio de Madrid donde se realizó la gala de presentación. Siete llegadas en alto, donde destacan la cima del Tourmalet -paso previo por el Aubisque-, el Angliru y La Covatilla, un día antes del paseo triunfal y la llegada a Cibeles. 

Dos batallas contra el cronómetro, en la jornada inaugural en Utrecht y en las Rías Baixas gallegas. Y migajas para los velocistas. Los perfiles de las etapas están plagados de kilómetros y kilómetros de pendientes. La Vuelta, coto privado para escaladores.