Lluís Martorell, de la portería del Barça a la capitanía en una universidad de Estados Unidos

Lluís Martorell en un partido con la Southern Illinois University Edwardsville

Lluís Martorell en un partido con la Southern Illinois University Edwardsville / sport

Josep Capdevila

Josep Capdevila

Lluís Martorell ha pasado del fútbol base del FC Barcelona a estudiar (y con notas espectaculares) en la Southern Illinois University Edwardsville. Allí compagina sus estudios con el fútbol y la próxima temporada será uno de los capitanes del equipo. Con 20 años sabe que tiene todo un futuro profesional por delante magnífico y el deportivo... ya se verá

-¿Cómo recuerdas tu etapa en el FC Barcelona?

Con muchos recuerdos positivos, pero sin duda mi primera gran alegría como portero de futbol fue cuando, tras unas pruebas junto a muchos otros chicos, en enero de 2007, Josep Gombau, entonces director deportivo de la FCB Escola, y Miquel Puig, director general de la FCB Escola, me seleccionaron para incorporarme a un equipo de la liga interna de la Escola que tenía vacante una plaza de portero. No había jugado nunca a futbol de portero, pero desde bien pequeño siempre me gustaba tener una pelota entre las manos y jugarla con los pies. Quería ser portero de futbol, me presenté a las pruebas y me admitieron, mi primera gran alegría. Josep Gombau fue quién me descubrió y me ofreció la posibilidad de iniciarme en el futbol como portero, que es lo que yo quería, y por ello siempre le estaré muy agradecido.

-Entonces ¿desde la FCB Escola te fichó el FC Barcelona?

Así es. Estando en la FCB Escola un día Josep Gombau me dijo que me acompañaría junto con mis padres a la Ciutat Esportiva Joan Gamper ya que el FC Barcelona estaba haciendo la plantilla para el Benjamín B de la temporada 2007-2008 y hacían pruebas a distintos porteros para seleccionar a dos. Tras varias pruebas, me dijeron que Ricard Segarra, coordinador de porteros del FC Barcelona, había considerado que yo debía ser unos de los dos porteros. Imaginaros la alegría, jugar a futbol, de portero y en el mejor club del mundo, un sueño hecho realidad. Es algo muy difícil de describir con palabras lo que se siente cuando siendo solo un niño, el Barça, mi equipo favorito, y que es el mejor club del mundo, decide que puedas formar parte de una de sus plantillas del futbol formativo.

-¿Qué recuerdas de tus inicios en ese Benjamín B del FC Barcelona? 

Sin duda, mi primer recuerdo fue de emoción y alegría de poder defender con 7 años la camiseta oficial del FC Barcelona, llevar su escudo, defender sus colores. Aquel Benjamin B estaba plagado de grandes jugadores. Algunos de ellos han llegado muy arriba como Oriol Busquets, Òscar Mingueza y Guillem Jaime y por supuesto se lo merecen todo. Con Oriol Busquets éramos muy amigos, un gran compañero, un gran capitán. Siempre decíamos que tenía calidad de sobras para llegar al primer equipo, era muy bueno ya desde pequeño, sin duda, pero me alegro también de la gran trayectoria en el club de Mingueza y Guillem. Ah, y muy especial, también recuerdo, algo que para mi siempre ha sido fundamental y que me sorprendió muy gratamente: cada final de trimestre el entrenador nos pedía las notas del colegio, y yo siempre me esforzaba en mis estudios y era una gran satisfacción para mi entregar mis notas. Estudios y futbol, siempre han sido mis pasiones, junto a los idiomas y viajar. Siempre he querido hacerlos compatibles.   

-Y como portero en tus años en el FC Barcelona, ¿qué recuerdas? ¿Quién y cómo te marcó? 

Sin duda alguna, Ricard Segarra, coordinador actual del Área de porteros del futbol formativo del FC Barcelona. Segarra me ayudó a establecer mis bases como portero y siempre las tengo presentes. De aquella etapa también recuerdo que siempre que podía en la Ciutat Esportiva me acercaba a ver entrenar en el campo Tito Vilanova al gran Víctor Valdés. Aprendí mucho de él viendo su enorme concentración, esfuerzo y seguridad durante todos los entrenos y viéndole en los partidos por televisión y alguna vez en el Camp Nou. 

-¿Con quién recuerdas de llegar a jugar también en tus años en el futbol formativo del FC Barcelona?

Jugué con muchos jugadores y muy buenos. De los que han llegado muy arriba recuerdo también tener la satisfacción de poder jugar muy especialmente junto a Carles Aleñá, Dani Olmo, Jordi Mboula, Alex Collado, Sergio Gómez, Eric García, etc. En aquella época nos hacían subir a jugar con equipos un año mayor o también ayudábamos a equipos formados por futbolistas un año menor (jugué con ellos en partidos de liga e incluso en torneos por España).

-¿Cuáles fueron tus entrenadores en la futbol formativo del Barça y con quién o qué te quedas?

En primer año como benjamín B tuve como entrenadores a Jordi Font y Jordi Puig, en el benjamín A a Xavier Ferrando y Carles Gil, en el alevín B a Jordi Font y Francisco Javier Pérez López y en mi último año en el club como alevín A a Xavi Bravo y Rafa Rodríguez. Me quedo siempre con la parte positiva de todos y cada uno de ellos. En especial, me quedo con lo que significaron para mi mis primeros entrenadores Jordi Font y Jordi Puig y sobre todo con Xavi Bravo, en mi último año en el FC Barcelona como alevín A. Me ayudó a confiar mucho más en mis posibilidades y a tener mayor seguridad y confianza y a desarrollar la fuerza que necesita un portero para defender la portería del Futbol Club Barcelona. 

-¿Cómo fue tu salida del FC Barcelona?

La verdad, lo reconozco fueron unos días de shock y de no entender nada, y no por saber y tener siempre presente que cuanto más joven te eligen para entrar en el Barça más cerca está tu salida (esa frase la escuché desde el primer día en el Barça). Aquella temporada como alevín de segundo año creo que fue mi mejor temporada. De ahí vino el shock. Contaba con la absoluta confianza de mi entrenador Xavi Bravo, había recibido mensajes de alguno de mis entrenadores de porteros donde me felicitaba por mi progresión, conseguí trofeos al mejor portero en torneos por España y Europa. Pero en una reunión final de temporada, a mis padres les comunicaron que todo lo hecho no era suficiente y que no podía seguir mi etapa formativa como futbolista en el FC Barcelona. Fue un momento duro y difícil, sobre todo dada la temporada que hice. Tenía 12 años, llevaba 4 en el mejor club del mundo y de repente, después de los mensajes recibidos, de forma inesperada y a pesar de todo lo hecho, no fue suficiente. Paradojas que por supuesto también se dan en el futbol y que toca aceptar siempre. En cualquier caso, me siento muy orgulloso y agradecido de todo lo que pude disfrutar y crecer como persona y futbolista en el FC Barcelona.

-¿Y qué pasó después de esa baja del Barça? 

Pues vuelta a empezar y a seguir con mi ilusión de disfrutar del futbol como portero y de los estudios. Mi padre recibió llamadas de varios clubs de Cataluña que estaban interesados en mi y finalmente acepté ir a la UE Cornellá. Dani Horcas (que luego fue entrenador del futbol formativo del FC Barcelona) me insistió para incorporarme a su Infantil B y además descubrí que era un club con una gran tradición en la formación de porteros, otro estilo de formación diferente al FC Barcelona, pero que me motivó para aceptar. Estuve cuatro años allí en mi etapa de Infantil y Cadete, creciendo como portero.

-¿Y en tu etapa de juvenil, antes de irte a los Estados Unidos, dónde estuviste?

Durante mi etapa de cadete en la UE Cornellá tenía claro que necesitaba un cambio, conocer nuevas metodologías de entreno y juego, y seguir evolucionando. En el último año de cadete varios clubes se pusieron en contacto conmigo y con mis padres. Finalmente acepté un reto del que me he sentido siempre muy orgulloso. Raúl Paje, hoy entrenador del Viladecans de 1ª catalana, que entonces era entrenador de la Unión Deportiva Unificación Bellvitge (barrio de L’Hospitalet de Llobregat) me convenció para incorporarme como juvenil de primer año a su equipo de Liga Nacional Juvenil. Acepté, y tras una enorme temporada de todo el equipo conseguimos el hito histórico de ascender, por primera vez en su historia, a División de Honor, la máxima categoría juvenil del futbol español. Siendo juvenil de segundo año pude disfrutar de la magnífica experiencia de jugar contra los mejores equipos de Cataluña, Aragón y Baleares. Conseguimos la permanencia. Dos años de grandes alegrías y experiencias.

-¿Y fue en tu segundo año como juvenil cuándo decidiste ir a los Estados Unidos?

Bueno la verdad es que la decisión la había tomado mucho tiempo antes. Algunos años atrás tuve la suerte de poder ir a los Estados Unidos a participar en un campus de verano organizado por un club de futbol situado en el barrio de Bethesda (Washington D.C).  Allí los entrenadores que me vieron entrenar y jugar, me explicaron que las Universidades te ofrecían la posibilidad de ser becado si eras buen estudiante, buen futbolista y dominabas el inglés. Además tendría la oportunidad de conocer el país y vivir una experiencia de vida única, podría compaginar todo y por tanto respondía a lo que yo buscaba desde pequeño. Cuando volví a casa, les comenté a mis padres lo que quería hacer. Les cogió un poco de sorpresa pero enseguida me ayudaron a buscar opciones. 

-¿Cómo valoras tu experiencia como estudiante y atleta en los Estados Unidos?

Muy contento, espectacular en todos los aspectos, en todos. Aquí nos llaman Student-Athletes. Desde hace tres años estoy becado en la Southern Illinois University Edwardsville (SIUE) donde recientemente he podido acabar mi doble grado en Business Economics and Finance, con nota final Magma Cum Laude (es una carrera de cuatro años que estudiando durante las vacaciones y con mucho esfuerzo he podido terminar antes, ahora ya soy completamente trilingüe pero al principio no fue fácil). La semana pasada inicié un MBA en Business Analytics. He hecho amigos de todo el mundo, en mi equipo hay 13 nacionalidades distintas, y estoy muy satisfecho de poder compaginar mis cuatro grandes pasiones futbol-estudios-idiomas-viajar. 

A nivel de futbol (soccer lo llamamos aquí) nos tratan como a profesionales. Las instalaciones son increíbles, tenemos un montón de recursos como gimnasios con lo último en máquinas. Los entrenadores son muy buenos y trabajan en equipo con nutricionistas, psicólogos, médicos, fisios, etc (todos estos recursos me ha ayudado a darme cuenta de la importancia que tiene la nutrición, la salud mental y otros muchos factores para conseguir el rendimiento óptimo). Además viajamos mucho para jugar contra otras universidades de 1a división con lo que podemos conocer estadios de todo tipo, con asistencia de numerosos seguidores en cada partido. En fin, un sueño… 

-¿Y para esta próxima temporada como portero hay alguna novedad?

He sido elegido capitán del equipo. La decisión fue tomada por mi entrenador y el staff técnico con el apoyo de todos los compañeros. Es una gran responsabilidad y que asumo con muchas ganas. Ser portero, capitán y encima de otro país no es muy habitual por aquí y por tanto es todo un honor. Es cierto que desde el primer año ya me incorporaron al grupo de liderazgo del equipo, pero ahora ser el capitán es un orgullo enorme, es un salto muy importante. De portero en el futbol formativo del FC Barcelona, donde recibí mi primera formación específica como portero, hasta llegar a ser capitán de mi universidad en los Estados Unidos es un nuevo sueño hecho realidad y ahora toca seguir trabajando fuerte y duro para seguir progresando para el futuro. -¿Cómo ves tu futuro?

-¿Cómo ves tu futuro?

Tengo como objetivo finalizar el MBA y seguir disfrutando del futbol universitario. Esperemos que lo más pronto posible el tema de la pandemia mundial causada por el Covid19 se pueda solucionar y si tenemos seguridad se nos permita iniciar la temporada en agosto (aquí la liga universitaria de futbol siempre es de agosto a principio de diciembre la gran final) y como reto poder ayudar a mi equipo a ganar la conferencia esta próxima temporada. Pero cuando finalice mi etapa universitaria, me gustaría llegar a ser profesional en los Estados Unidos en la MLS o en la USL (1ª y 2ª división) y más adelante trabajar en lo que es mi especialización académica universitaria y máster. Pero supuesto, por qué no, si algún día el Barça decidiera contar de nuevo conmigo no me lo pensaría ni un segundo (sonrisa).