Carlos Tévez reconoce que fue su culpa el quiebre de la relación con Schelotto

El 'Apache' falló en la comunicación cuando decidió salir a China

Tévez y Schelotto tuvieron una tensa relación en el último año

Tévez y Schelotto tuvieron una tensa relación en el último año. (EFE) / sport

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Si bien los resultados no han estado acompañando a Boca Juniors en los últimos años, existe algo que jamás podrá ser borrado: la identificación que tienen los jugadores con la camiseta 'xeneize'. Y sin duda alguna, uno de ellos es Carlos Tévez. El 'Apache' ama al club y aprovechó toda la ventana que está teniendo el equipo por sus elecciones para hablar de sus momentos más polémicos.

Me fui a China por amor

"La verdad es que me dolió mucho cómo perdimos la semifinal (de la Libertadores, frente a Independiente del Valle). Yo estaba que volaba, en mi mejor momento, y no poder ganar esa Copa, que se veía accesible, fue una gran frustración para mí. No quería saber más nada con jugar. Me fui a China por haber perdido esa Copa. Sentía que era el momento de ganarla. Me junté con Daniel (Angelici), con Guillermo (Barros Schelotto), jugamos los últimos cinco partidos que nos quedaban y le pegamos un baile a todos. Pero a la vez me sentía vacío. Porque yo sentía que había ganado la Libertadores y al no ganarla, y prepararme tan bien, fue una frustración muy grande. Y entonces llegó esa oferta. No me fui por plata. A qué iba a ir. Me fui porque estaba vacío. Sentía que si me quedaba me fallaba a mí mismo y le fallaba al club. A mí no me movía un palo. Nada. Ya tenía mi vida hecha".

Quiebre con Schelotto

"El último partido en la Bombonera antes de que me vaya a China, la gente cantaba que no me fuera. Yo había tomado la decisión de irme pero no tenía el contrato firmado. Mi familia me apoyaba. Termina el partido, yo llorando, sabiendo lo que venía, me siento en un lugar y me dicen 'Carlos, está tu familia afuera del vestuario esperándote'. Salí con los ojos llorosos y estaba Florencia, mi hija, y Vane, mi esposa. 'Papá no quiero que nos vayamos', me dijo. Nos abrazamos llorando. Ahí estaba el vestuario del DT, que hay un hall. Estábamos ahí. Cuando se fueron me metí al vestuario de Guillermo. Estaba él y Gustavo. 'Si estás haciendo el equipo, creo que me quedo', le dije llorando, todavía emocionado por lo de mi hija. '¿Bueno, estás seguro?', me preguntó. Y le respondí que sí, que me iba a quedar. Quedamos así. Pero pensándolo más frío, ya en casa, me di cuenta que seguía sintiendo lo mismo. Lo más fácil era quedarme, salir campeón local, pero me fallaba a mí. Y ahí hubo un quiebre. Porque (Guillermo) armó el equipo pensando que yo me quedaba y yo no lo volvía a llamar. Nunca le avisé que me iba. Ahí se quebró la relación".