Eintracht y Friburgo empatan en un partido frenético

El momento del empate a tres

El momento del empate a tres / EFE

sport.es

Lluvia de goles en Frankfurt. Eintracht y Friburgo emptaron a tres en un partido totalmente loco, con muchos cambios de guion y donde se terminó haciendo justicia al dominio local. Los de Streicht, que se alejan un poco de Europa, tenían dos goles de ventaja que las águilas igualaron en un abrir y cerrar de ojos. 

122750

Bundesliga

3
3
Alineaciones
Eintracht Frankfurt
Trapp; Rode (de Guzmán, 74'), Touré (Chandler, 81'), Hasebe, Hinteregger (N'Dicka, 90'), Kostic; Ilsanker, Kamada, Torró (Kohr, 46'); Dost (Gacinovic, 74'), Silva.
Friburgo
Schwolow, Schmid, Koch, Gulde, Gunter; Sallai (Lienhart, 59'), Abrashi (Frantz, 87'), Hofler, Grifo (Kwon Chang-Hoon, 82'); Holer, Waldschmidt (Petersen, 59').

El duelo arrancó de lo más movido. Las urgencias mandaban y ambos conjuntos necesitaban un triunfo como el comer y recuperar así las buenas sensaciones. Se tardó bien poco en ver el primer intercambio de golpes por los dos costados. Pero la más clara la tuvo Bas Dost, con un tiro que se fue lamiendo la madera. Aunque el gol terminó llegando del bando visitante. Tras una buena triangulación por banda izquierda, Grifo se adentró en el área y batió a Trapp con un tiro que desvió un zaguero local.

La reacción del Eintracht no se hizo esperar. Poco después, apareció el exsevillista André Silva para igualar la contienda. Estuvo más atento que nadie y puso la cabeza tras el rechace de Schwolow a tiro de Kamada. El gol le dio alas a las águilas, pues Kostic se quedó muy cerca de culminar la remontada antes del descanso. El meta visitante lo evitó.

La inercia positiva del Eintracht se prolongó en el inicio de la segunda mitad. Y es que aquello era un asedio. Las llegadas eran continuas y costaba de creer que el empate a uno no se moviera. Los de Hutter hicieron méritos de sobra para llevarse los tres puntos, pero en dos zarpazos, el Friburgo pasó de estar tocado y prácticamente hundido a resurgir de sus cenizas. Petersen, recién ingresado al césped, mandó al fondo de las redes un potente cabezazo para dar ventaja a los suyos. Y dos minutos después, parecía que Holer rubricaba el triunfo culminando una contra sin ponerse nervioso. 

Pero a veces, el fútbol, es justo. Era muy cruel que los locales se fueron de vacío tras el buen partido que habían cuajado. Y del mismo modo que el Friburgo marcó dos goles, el Eintracht respondió de inmediato. Kamada aprovechó un error defensivo para acortar distancias y Chandler, que se hizo un hueco entre la defensa para meter la bota, igualó la contienda. Un empate a tres que no deja del todo satisfecho a nadie, aunque las águilas respirar más tranquilas, sumando tras cinco derrotas consecutivas.