"Solo soy capaz de jugar para ganar"

La marcha de su amigo Luis Suárez al Atlético de Madrid no gustó a Leo Messi y menos la forma en la que se produjo, con un primer mensaje del club de dejarle salir gratis y con un segundo de cambiarle las condiciones de su salida al ver que iba a un rival directo. “Solo dije lo que sentía en algunos momentos que fueron duros para mí”, dice.

La reacción tuvo sus críticas porque considerarlas excesivas o redundantes porque eran una nueva crítica contra la directiva o el presidente Bartomeu quien, por cierto, nunca le contestó. Prefirió callar para no ahondar más en la crisis. Hoy, Messi echa la vista atrás: “Entiendo que habrá quien piense que debí callar o dejarlo pasar, como en tantas otras cosas que las dejé pasar, pero me dolieron muchas cosas en las últimas semanas y fue mi forma de expresarlo”, dijo a SPORT sobre el post en instragram que hizo. 

Es la segunda de la temporada que acaba como azulgrana sin ganar un título (la primera fue la última de Frank Rijkaard 2997-08). Messi entendió en ese momento, tras Lisboa, que era necesario un cambio de aires. Envió un burofax y decidió quedarse para no entrar en litigio contra el club de su vida.

Un ganador

Messi entiende que el final de la pasada temporada le generó un estado de frustración superior a lo que podía aguantar. Perder una liga cuando eras líder y ser humillado ante los ojos de toda Europa: “Quien me conoce sabe que no soy capaz de jugar a otra cosa que no sea siempre para ir a ganar y para darlo todo en la cancha. Fue así durante toda mi carrera y eso no va a cambiar. Hoy día mi compromiso con esta camiseta y este escudo es total, sigue intacto”. Messi promete máxima aplicación en la que puede ser su última temporada como azulgrana pues acaba contrato a final de la presente.

El jugador argentino también quiso aprovechar las páginas del diario o las líneas de la web de SPORT para comunicarse con todos los aficionados que este club tiene en todo el mundo: “Por último, quería mandar un mensaje a todos los socis y a todos los culers que nos siguen. Si en algún momento a alguno de ellos le pudo molestar algo que dije o hice que no les quepa duda que lo hice siempre pensando también en lo mejor para el club”.

En definitiva, Messi hace tabla rasa de la polémica y, como decíamos, establece las bases para que el equipo de Ronald Koeman pueda trabajar tranquilo, un estado que le permita seguir creciendo. Vuelve la paz al vestuario.