Messi: una colección de gestos que alimenta su regreso al Barça

Son tiempos de duda en París: dudas sobre el futuro del Paris Saint-Germain y sobre todo, sobre el futuro de Leo Messi, cuyo contrato con el club francés termina en junio, y cuyo posible regreso al Barça se alimenta desde varios frentes, con la ilusión de toda una afición como gran argumento.

En tiempos de dudas, el peso de los gestos gana relevancia: ocurrió en la gala de los Laureus celebrada en París, en la que la ceremonia de los llamados Oscar del deporte premió a los mejores de 2022, en formato nuevamente presencial tras la pandemia.

No hubo declaraciones especialmente altisonantes o destacadas ni antes ni después de los premios. Pero sí que hubo una colección de gestos o detalles que permiten alimentar ciertos sueños. En este caso, el del regreso de Leo Messi al Barça.

En París volvió a quedar clara la sensación de que Messi solo es jugador del PSG a tiempo parcial: entrena y juega en el equipo, pero no lo acaba de sentir como algo propio. Sus palabras, al recoger el Laureus a mejor deportista de 2022, así lo transmitieron.

"En el camino al Mundial pasé muchas alegrías con el Barça y muchas tristezas con la selección", dijo el argentino. Aunque la gala se celebró en el corazón de la ciudad de París, en la plaza Vendome, donde las tiendas de lujo compiten por la atención de los más ricos, Messi no mencionó al PSG en su discurso.

No importó que Messi fuese jugador del PSG cuando obtuvo su trofeo "más soñado", el Mundial de Qatar.

Otro gesto que sirve para alimentar la posibilidad de su regreso al Barça tuvo que ver con las redes sociales: el Barça no tardó en felicitar al jugador desde su cuenta de Twitter ('Enhorabuena, Leo'), pero del PSG no hubo rastro alguno de felicitación; ni en su cuenta en francés ni en la cuenta en castellano.

Tampoco la prensa francesa destacó especialmente el Laureus que recibió Messi en París: el foco se puso sobre todo en su regreso a los entrenamientos. 'L'Équipe', por ejemplo, destacó el "trasfondo" del regreso de Messi como el principio del fin de las hostilidades entre el jugador y el club.

Lewandowski y Leo, una charla de amigos

Otro detalle, más relevante si cabe, se dio en la alfombra roja: aunque Robert Lewandowski no estaba inicialmente en la nómina de invitados, su presencia en París fue una sorpresa agradable para todos.

Minutos antes del inicio de la gala, en la alfombra roja, Lewandowski y Messi coincidieron. Se saludaron e intercambiaron algunas palabras sobre el primer año del polaco en Barcelona.

La supuesta tensión que podría haberse dado entre ambos por los premios individuales que se disputaron -especialmente durante la pandemia, cuando el Balón de Oro que iba a ganar Lewandowski quedó desierto- quedó desactivada.

Más de un barcelonista vio a Lewandowski y Messi charlar tranquilamente en París, ambos con sus trajes de gala, y soñó con verlos juntos la próxima temporada. Qué mejor reclamo para el traslado a Montjuïc: los gestos están ya encima de la mesa; ahora solo falta que la realidad los confirme.