La hora del balón

"No aspiro a saberlo todo ni a entender al Barça; solo pienso en entrenar”. La frase de Setién, de hace solo unas semanas, suena ahora más que nunca a premonición. Como si el técnico ya intuyera entonces que el eslogan ‘més que un club’ tiene su reverso y que las crisis no siempre están ligadas solo al balón. 

Cuesta imaginar lo que debe pensar el técnico tras una semana de tensión institucional al borde de la fractura desencadena por el ‘Barçagate’ que ha dejado a Bartomeu en el alambre.

Una de las grandes incógnitas es la respuesta del equipo los próximos partidos tras escuchar en primera persona las explicaciones del presidente. No es poca cosa porque los resultados contribuirán a aparcar el temporal o a remover todavía más las heridas. 

En este clima de tensión llega el encuentro de hoy ante el Eibar. Un partido que es un arma de doble filo; si el Barça gana y convence será un bálsamo para el club. Si el resultado no es bueno la reacción de las gradas podría ser un punto de inflexión. 

De entrada, la jornada aparece como una oportunidad para seguir creciendo e incluso darle un vuelco a LaLiga. Juega el Barça en casa ante el Eibar (16.00 h./Movistar LaLiga). Y juega el Madrid cinco horas más tarde, fuera, ante el Levante (21.00 h.)  Los de Setién tienen a solo un punto a los blancos y la próxima jornada  visitan el Bernabéu (el domingo 1 de marzo). 

“Todo lo que ha pasado no influirá en el equipo”, dijo ayer Setién tras el revuelo de los últimos días. Y entre las cosas que han pasado hay una novedad positiva para el técnico: la llegada de Braithwaite. El delantero versátil que pidió.

Un fichaje que ha sido recibido por la afición con escepticismo, sobre todo tras la experiencia de la temporada pasada con Boateng. Y que el club ha afrontado a regañadientes tras la inoportuna lesión de Dembélé. Se descartó a Rodrigo antes del contratiempo de Ousmane, y más tarde a Ángel, un ariete clásico que no es lo que quería Setién.

Hoy podría debutar Braithwaite, que parece más seguro de poder triunfar que los que lo han traído. Cuenta con la confianza de Setién, convencido de que puede ser un comodín tanto para jugar de ‘9’ como de extremo. 

La misma semana en la que Messi reconocía que no están para ganar la Champions, el Barça se jugará LaLiga a tres días de visitar el estadio San Paolo de Nápoles. 

El partido de hoy será un ensayo general para el gran reto europeo. Y Setién ya avisó ayer que no hará grandes rotaciones. El fútbol volverá al Camp Nou tras días de despachos y tensión institucional. En manos de los jugadores está darle un respiro a un club que vive días de agitación.