El Barça cierra filas de cara a lo que viene

La plantilla debe rearmarse a nivel moral

La plantilla debe rearmarse a nivel moral / VALENTÍ ENRICH

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

Fin de semana de frustración para el Barça que, de campeón en las últimas dos ediciones, se está teniendo que conformar con ver la fase decisiva de la Copa del Rey de Málaga  por televisión. La temprana eliminación en cuartos ante el Valencia fue un duro golpe anímico a un proyecto en el que estaban y están depositadas las máximas esperanzas.

Ya se han perdido dos títulos (Supercopa y Copa del Rey) pero quedan los dos más importantes (Euroliga y Liga Endesa). Sin embargo lo cierto es que en el barcelonismo ha ‘escodido’ especialmente el prematuro KO copero. Fue el primer gran golpe a la ambiciosa apuesta que se hizo el pasado verano por el baloncesto desde la zona noble de la entidad. 

Una zona noble que, pese a todo, quiere mantener la tranquilidad transmitiendo la máxima confianza tanto en Svetislav Pesic como en los jugadores. Por eso, alguna decisión traumática en estos momentos está descartada. El lema es cerrar filas de cara a las dos grandes competiciones que restan en las que el Barça está inmejorablemente colocado para afrontar los decisivos play-off y, en el caso de la Euroliga, la Final Four si se da el escenario.

Limpiar la mente

El equipo regresó el viernes a Barcelona. Y Pesic, pese a su fama de duro, tomó una decisión inteligente: no programó entrenamientos colectivos para el fin de semana con el objetivo de que los jugadores limpiaran su mente y sus biorritmos. Eso sí. El Palau sigue abierto para los jugadores que quisieran hacer entrenamientos individuales y, evidentemente, para los lesionados (Heurtel y Pangos son los primeros de la lista) que se someten diariamente a sus respectivos tratamientos de recuperación.

La hora de Pesic

A partir de aquí y del axioma evidente de que las notas definitivas se pondrán a final de curso tocará a Svetislav Pesic intentar extraer lo mejor del equipo y sacarle de la depresión que ha propiciado la eliminación en la Copa.  A partir del máximo apoyo del club, el colectivo deberá ponerse las pilas para afrontar los dos grandes retos de la temporada.

Lo primero será saber con quien se puede contar en la dirección de juego a partir de Delaney. Heurtel, en teoría, debería volver en breve porque a Pangos nadie sabe -o al menos no lo ha dicho- cuando se le espera,

Y partiendo de esa premisa, el técnico serbio deberá reconstruir las señas de identidad del colectivo tanto en ataque como en defensa. A saber. Conseguir un conjunto solidario en las dos mitades de la pista,que juegue con inteligencia, y desde el banquillo optimizar recursos y que todos los jugadores se sientan importantes en un grupo que no se deje llevar por las emociones.

La situación, a día de hoy, de cara a lo que queda es esperanzadora pero el reto es difícil. Veremos como retorna el viernes el Barça a la competición en la pista del PAO. Será un buen termómetro para dedudir si este ambicioso proyecto es capaz de consolidarse.