Inicio Noticias & Blog Un ‘via crucis’ con final escocés (y feliz) para Zoya Naumov

Un ‘via crucis’ con final escocés (y feliz) para Zoya Naumov

Zoya Naumov, durante el Europeo de Pista Cubierta de Glasgow / LBDC
Zoya Naumov, durante el Europeo de Pista Cubierta de Glasgow / LBDC

Os presentamos a una atleta quizás desconocida para los que no siguen de cerca el atletismo, pero que se encuentra en el mejor momento de su carrera. Zoya Naumov sorprende, primero, por su nombre y apellido. Luego, por sus rasgos eslavos. Esta atleta de la Agrupació Atlètica Catalunya ha superado momentos duros, de incertidumbre, y ahora afronta la cita más importante de su trayectoria con ilusión y una gran sonrisa. A esta psicóloga de 23 años le gusta mucho hablar. Y como en la Radio del Corredor nos apasiona escuchar, ha salido esto…

Cuéntanos el origen de tu nombre y apellido y de tus rasgos, Zoya…

“Mi nombres un tanto extraño porque vengo de padre ruso, nacido en Rusia. Mi madre sí que es catalana, soy una mezcla. Soy nacida y criada en Catalunya, en Bellaterra, un pueblo al lado de Barcelona. Llevo toda mi vida aquí, tengo familia en Rusia pero como yo siempre digo a todo el mundo lo único que tengo de rusa es el físico y el nombre (risas)”. “Por desgracia y siempre digo que es una lástima, pero no lo hablo fluido. Lo entiendo y puedo hacerme entender, pero no de forma fluida”, comenta Zoya Naumov sobre el ruso.

“La verdad es que nadie de mi familia viene del mundo del atletismo. Nadie ha salido ni siquiera a correr. Sí que tengo familia por parte de madre aficionada al ciclismo. Mi pasión surgió a raíz de empezar a correr crosses escolares. En mi colegio se organizaba un cross cada año y desde los seis años lo empecé a correr porque así se promovía. Empecé a ganarlo y a raíz de allí un exatleta, conserge de mi colegio, me vio correr y les dijo a mis padres que tenía que entrenar en serio. Al cabo de un par de años entré en el Club Muntanyenc. Al final decidí dejar mi otro deporte, que era el tenis, que hasta ese entonces compaginaba, y ya empecé también con la pista”.

¿Cómo fue tu evolución como atleta, Zoya?

“Yo siempre digo que realmente empecé en los crosses con este conserge, pero quien realmente me ha hecho enamorarme de este deporte ha sido mi actual entrenador, Juan Carlos Ginés, entrenador del Club Muntanyenc, que ha sido donde yo empecé a vivir lo que es realmente el atletismo. Yo entré ahí porque le dije a mi madre: “Oye esto de correr por el bosque no tiene que ser solo esto el atletismo”. Yo veía el lanzamiento de peso, las vallas, y me llamaba la atención”.

“Yo hasta bien pequeñita disfrutaba mucho los crosses, porque se me daban bien y eran distancias asequibles. Pero a medida que se van ampliando las distancias me doy cuenta de que tengo la chispita de velocidad y que el medio fondo me gusta. Probé en infantil unas vallas y desde aquel entonces me ha quedado el gusanillo de hacer un 400 vallas algún día. Pero siempre he sido una persona muy delgadita y para otro tipo de pruebas me faltaba fuerza. Al final como también me gustaba la velocidad, pero mi complexión no me ayudaba para ser velocista pues opté opté por todo el tema del medio fondo”.

“Tú vas viendo, te van asesorando. El Club Muntanyenc es muy bueno como formación y saben moldear y ayudar a encaminarse a los atletas. Luego empecé a entrenar como mediofondista y le empecé a encontrar el morbo a morir entrenando”.

¿Cómo fue ese carrerón en Sabadell que acabó con la preciosa foto con Esther Guerrero?

“Esa foto (con Esther Guerrero) me sigue poniendo los pelos de punta. Es como una hermana mayor para mí. Sobre la carrera en Sabadell te voy a dar una respuesta un poco ambigua. Hacía poco en Francia había corrido una carrera que había sido bastante sucia. Después de eso me quedé un poco desanimada y me dije que era muy difícil encontrar en el 800 una carrera limpia que te permita sacar todo el potencial que tú llevas. En Sabadell salí con la idea de que me daba igual lo que hicieran los demás, que dependía de mí, quería salir a correr. Esther antes de la carrera me dijo que ella quería correr en 2:01 y me da igual si liebre o no liebre, es lo que quiero”.

“Son de esas charlas que tengo con Esther en las que me doy cuenta de que si quieres, puedes. Uno de los objetivos que me marqué después de verano era esta mínima europea. Estaba entrenando para esto y la buscaba. Pero en el momento de la carrera no la estaba buscando, no sé si me explico. Estaba en los planes, no ha sido una marca caída del cielo y he trabajado para llegar a ella”, comenta Zoya Naumov.

¿Qué hace fuera de las pistas Zoya Naumov y cómo lo compagina con su pasión?

“Ahora hace un par de meses que estoy trabajando como educadora en institutos y escuelas impartiendo talleres. Suelo trabajar entre tres y cuatro días a la semana por las mañanas. Lo intento compaginar con los entrenamientos. Si tengo trabajo me levanto sobre las 7:30, trabajo, como, hago una pausa al mediodía y en el caso de algunos días que doblo, duermo un poco más, hago el primer entreno del día, vuelvo a comer y hacer la pausa y a partir de las 19:30 entreno. Luego siempre llego muy tarde a casa y es durillo hacerte tu mismo la cena (vivo independizada), mis días acaban tarde, pero la fórmula me está funcionando”.

¿Cómo es un planing de entrenamiento de Zoya Naumov?

“Las sesiones de fuerza específica suelen ser por las mañanas que doblo. Suelen ir acompañadas de algún rodaje a ritmo medio algún día. Después por las tardes es cuando hacemos el entrenamiento digamos más importante. Solemos hacer dos-tres días de series más fuertes dependiendo el momento de la tarde en el que nos encontremos. Luego combinamos el resto de día con fartlecks e intervalos. Otra cosa que hemos añadido a finales del año pasado son estos rodajes a ritmo medio. En vez de coger un día y salir a trotar al ritmo que quieras (acaba siendo 4:45/5), pues añadimos unos ritmitos medios un poco más fuertes entre días de series. Estos son los cambios más grandes que hemos introducido. En vez de hacer rodajes lentos que se suponían que eran de regeneración, nos hemos dado cuenta de que mi cuerpo regenera mejor con estos ritmos medios”.

Una mononucleosis que terminó siendo una liberación

“La verdad es que hablando de lo de Getafe del año pasado me emociono. Yo estuve un año estudiando en Estados Unidos en 2013. Me fui a buscar allí la vida, pero como experiencia personal, no como algo atlético. A nivel atlético, de hecho, fue justamente un año muy duro. De hecho, yo venía de hacer 2:06 por primera vez en mi vida y ahí no conseguía bajar de 2:12. Precisamente yo volví de USA para apostar por el deporte”.

“Fueron tiempos muy duros porque la salud no me acompañaba. El invierno pasado en el Campeonato de España de Valencia no logré ni llevarme medalla. Era porque venía de pasar un invierno con muchas gripes, infecciones en las vías respiratorias, etc. Tal y como te digo desde la vuelta de Estados Unidos cada invierno con todos estos problemas. Siempre se repetían, invierno tras invierno. Siempre me recuperaba, volvía a ponerme en un buen estado de forma y volvía a caer. Estos dos años he estudiado una carrera, la he llevado al día, lo combinaba con otros trabajos y el entorno me decía que estaba cargando demasiado la máquina. Pero yo notaba que no era así, que me pasaba algo, que mi cuerpo no tiraba”.

“El invierno de 2018 fue un momento para mí muy duro porque veía que estaba en forma y que cada vez me ponía enferma. Le dije a mi entrenador que no podía más, que no podía seguir así. Al final logré topar con un médico que me encontró todos los problemas. Uno de los principales era una mononucleosis que venía arrastrando los últimos cuatro-cinco años. Fue como una liberación. Afronté el aire libre con una tranquilidad inmensa. Ahora entendía porque mi cuerpo no tiraba. Y se pudo ver reflejado en Getafe, donde salió todo el trabajo que llevaba años construyendo. Lesiones físicas no he tenido muchas, pero al menos puedes ir a la universidad y seguir haciendo vida. Estando enfermo, no, tienes que quedarte en casa”.

Y ahora, con New Balance…

“(risas). No estoy en el Team New Balance, sino que estoy bajo esponsorización de New Balance. Sigo estando en mi club, el AA Catalunya, con el que llevo siete años. Este año logré poder firmar un contrato con ellos, el primero de mi vida. Con New Balance habíamos estado ya en contacto cuando fui al Europeo sub’23. Después de Getafe nos pusimo otra vez en contacto y yo ya calzaba de por si la marca. Topa con Santi (Pérez) fue un éxito. Me encantan las zapatillas y la ropa de esta marca”.

¿Por qué psicología?

“Escogí piscología por algo personal porque siempre me han gustado mucho las relaciones humanas. La piscología está en todas partes donde estén las personas. Y quería profundizar en eso. No sé si tras cuatro años de carrera he logrado el objetivo, pero me ha aportado mucho como persona y a nivel atlético. Mi trabajo actual no está relacionado directamente con el deporte, pero sí en cierto modo porque soy educadora en escuelas y los talleres que imparto son sobre vida saludable y de salud mental. Como deportista y atleta le pongo ciertas pinceladas de cosas que he ido aprendiendo durante mi vida atlético. Tengo ganas de empezar en un futuro, además, un Máster en Pscicología Atlética”.

¿Cuál es la clave de la maravillosa generación joven que subís?

“Creo que, sobre todo, todos tenemos historias muy diferentes, venimos de caminos muy diferentes. El ‘boom’ este viene bastante por esa diversidad de caminos, de historias. El otro día leí el artículo de Jesús Gómez y me dejó impactada. Esa manera de llegar ahí tan diversa y la pasión  que transmitimos todos es lo que engancha. Ahora es más bonito escoger el atletismo creo porque tenemos muchas posibilidades de vida con esta globalización y somos gente que hemos decidido optar por un camino difícil, complicado”.

¿Por qué tres nombres apostarías como protagonistas en los Juegos de Tokio?

“El primero que creo que va a dar que hablar porque lo ha demostrado y que va hacer una actuación magnífica seguro es Ana Peleteiro. Después te diría que Jesús Gómez me ha dejado muy impactada y creo que puede resurgir con todo este medio fondo español. Te diría alguien más que aparezca que no nos lo esperemos. El de Zoya Naumov quedaría demasiado egocéntrica (risas). ¿Por qué no? Para mí Tokio hasta ahora sonaba como un sueño, pero sí la verdad que después de esta marca en pista cubierta y escuchando la sensación de mi cuerpo ya lo puedo ver como algo más cercano, algo en lo que puedo trabajar para llegar”.

Escucha la entrevista a Zoya Naumov a partir del minuto 37 de los siguientes enlaces:

 

 


Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de LBDC

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí