Cuando cada vez más marcas se suben al carro de las zapatillas con placas de carbono y otros elementos innovadores para reducir el impacto, aumentar la reactividad y, en definitiva, rebajar los tiempos en todo tiempo de pruebas. Cuando los modelos ‘supersónicos’ se multiplican y hay actualmente un abanico enorme ya para escoger.
La World Athletics, que ya intentó regular el uso de este tipo de zapatilla y que en varias competiciones (como fue el caso del Maratón y Medio de Valencia, por ejemplo) ha puesto en práctica este control previo a la prueba para dictaminar que todas las zapas que iban a usar los y las atletas eran aptas y se ajustaban al reglamento, parece que volverá a revisar esos condicionantes para establecer una serie de medidas más duras ante el crecimiento imparable a nivel tecnológico de las principales marcas.
Tarde y mal
Tal y como comenta el portal noruego ‘VG’, la federación internacional se plantea actualizar la reglamentación. “Pasó mucho tiempo antes de que World Athletics entendiera lo que estaba a punto de suceder. Estamos en el proceso de trabajar y habrá nuevas reglas, pero no se implementarán hasta fin de año como muy pronto. No podemos hacer nada antes de los Juegos Olímpicos”, asegura Tony Arndt, el australiano residente en Suecia que lidera el grupo de trabajo que controlará y preparará nuevas reglas de calzado para World Athletics.
Arndt es profesor de teoría del movimiento en la Academia Sueca de Deportes con la biomecánica como especialidad. Dirige un grupo de investigación bajo los auspicios de la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics) que verifica que los fabricantes de equipos hagan zapatos que se ajusten a las regulaciones existentes. Arndt y sus colegas de investigación presentaron propuestas para nuevas reglas y un nuevo método de prueba que limitará la energía que los atletas obtienen del zapato. Más energía significa tiempos más rápidos, asegura ‘VG’.
Nuevos métodos
“Las reglas de hoy cumplen su propósito, pero son un poco simples y veo un riesgo en ellas. Si solo limitamos la forma en que se construyen los zapatos, los fabricantes de equipos pueden encontrar métodos nuevos e innovadores para eludir las reglas y aún así recuperar más energía”, dice Arndt. De esta forma, se quiere frenar que las marcas y sus fabricantes y departamentos de innovación aprovechen los actuales vacíos legales para continuar reduciendo impacto muscular en sus ‘neumáticos’.
