Lo vimos en un meeting celebrado en Dallas. En la prueba de 1.600 metros se impuso un jugador con nombre de ciudad (Walker St. Johne). En la parrilla de salida se encontraban los mejores mediofondistas jóvenes del estado y era la carrera más esperada. En la primera vuelta lideraba Carter Gordy tras hacer 1:05:79; mantuvo más o menos el parcial en la segunda, que cruzó con un tiempo de 2.13:79 seguido de cerca por Christopher Riley y Austin McCallum. El campeón de cross del estado de Dallas, Walker St. Johne, de Grapevine, se mantuvo en un segundo plano, agazapado, y a partir de los 1.000 metros decidió atacar.
Dos últimas vueltas volando sin zapa
Lo más curioso de todo es que en ese momento justo perdía una de sus zapatillas Nike de clavos. Lejos de significar un hándicap (para cualquier otro hubiera sido definitivo en la prueba), St. Johne apretó el acelerador calzando un pie con un calcetín Adidas y la zapatilla Nike de clavos en el otro. Protagonizó un cambio de ritmo que le hizo adelantar hasta seis posiciones (había cruzado la segunda vuelta en 2:14:32) y consiguió con el sonido de la bocina anunciando la última vuelta mantenerse al frente y lograr una espectacular victoria parando el crono en 4:18:53.
Completó las dos últimas vueltas en 2:04:21 sin zapatilla y nos demostró que aun sin placa de carbono ni tacos en un pie se puede soñar con alcanzar grandes cotas. Curiosamente hace poco también contamos la historia de un atleta que logró completar un 5.000 en 14:47 corriendo con unos ‘crocs’.
Walker winning 5A boys 1600 without a shoe… things you just can’t make up!!!! pic.twitter.com/WJ1e1L2wYm
— Texas MileSplit (@TXMileSplit) May 8, 2021