Inicio Noticias & Blog Imprescindible para el cuerpo y la mente: la vitamina B6

Imprescindible para el cuerpo y la mente: la vitamina B6

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La vitamina B6 es muy común y a veces nos referimos a ella como piridoxina, aunque seguramente a muchos no les suene de nada. Que no oigamos hablar de ella muy a menudo no tiene tanto que ver con este nombre casi impronunciable como con el hecho de que es una vitamina que se encuentra en muchos alimentos y, por lo tanto, es difícil que haya personas a las que les falte.

Sin embargo, el hecho de que podamos consumir vitamina B6 a diario, en alimentos muy comunes e incluso económicos, no quiere decir que debamos olvidarnos de ella. Deben tenerla especialmente presente las personas que realizan deporte y, más aún, si son ejercicios –como las carreras de largo recorrido- que precisen de un buen trabajo muscular pero también ‘de cabeza’.

Tomamos mucha vitamina B6, es cierto, pero también nos deshacemos de mucha de ella a lo largo del día. La piridoxina es una vitamina que se elimina con la orina, por lo que necesitamos “reponerla” muy a menudo y en mucha cantidad. Quedarnos sin vitamina B6 puede ser fatal, sobre todo para nuestro estado anímico y función cerebral.

La piridoxina es muy popular entre los deportistas por varios motivos. El principal es que es una vitamina que incrementa el rendimiento muscular y además produce energía. Esto es debido en parte a que ayuda, por un lado, a convertir los alimentos en glucosa y, por otro, a generar noradrenalina, una sustancia que se activa ante situaciones de estrés. Podemos decir que esta sustancia nos pone “en alerta” a través de ciertos síntomas como la sudoración o una respiración más agitada, y esto provoca que nuestro cuerpo se prepare para responder más rápido y mejor ante una situación complicada.

Otra de las sustancias que la vitamina B6 ayuda a producir es la serotonina que, aunque hay estudios recientes que la sitúan más cerca de la paciencia, comúnmente se relaciona con la felicidad. La serotonina ayuda al sistema neurotransmisor a trabajar sin que haya problemas y, por eso, se asocia al control de los estados de ánimo o el equilibrio emocional. La carencia de serotonina puede causar depresión.

En algunas prácticas deportivas, especialmente las de corte más puramente mental, se recomienda tomar vitamina B6 precisamente por sus efectos en el cerebro, su función a la hora de producir serotonina –lo que nos mantendrá más tranquilos, nos ayudará a pensar mejor y a ser más positivos. Podemos verlo por ejemplo en este cuadro de recomendaciones para jugadores de póker (que también se pueden aplicar a otras prácticas).

Todos los deportistas, pero en especial las personas que corren, necesitan estar en una buena forma física y, casi más importante, tener una buena actitud a la hora de enfrentarse a la competición o al entrenamiento diario, en el que se busca la superación constante. La vitamina B6 es una aliada fundamental para conseguir ambos objetivos: estar bien física y mentalmente.

Además de aumentar el rendimiento muscular y ayudar en la producción de serotonina, noradrenalina y otros neurotransmisores, la vitamina B6 también sirve para procesar proteínas y transformar los alimentos en glucosa –por lo que es necesaria para poder perder peso- y para producir anticuerpos y glóbulos rojos.

La falta de vitamina B6 aunque no es muy común, como ya hemos dicho, puede ser fatal para un deportista: fatiga, depresión, debilidad, sueño, confusión o más propensión a sufrir enfermedades cardiovasculares, entre otros.

Para un corredor es vital la ingesta de alimentos con mucha vitamina B6. A todo lo que hemos visto, se suman sus efectos beneficiosos para evitar calambres y para compensar síntomas premenstruales como los cambios de humor. Incluso se habla de que la vitamina B6 repele a los mosquitos. Una maravilla.

Por suerte nos podemos proveer de esta vitamina a través de muchos alimentos. Encontramos grandes dosis de vitamina B6 en la carne (pollo y pavo, especialmente); pescados como el salmón, el bacalao, el fletán o simplemente una lata de atún; legumbres como los garbanzos, las lentejas y sobre todo las habichuelas; verduras verdes como el pimiento, los guisantes o el brócoli pero también en los espárragos; los huevos; el trigo; y en general los alimentos ricos en granos integrales. Alimentos muy asequibles cuya ingesta no sólo no debemos descuidar sino que debemos hacer más presente en nuestra dieta habitual.


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