Compartir los datos de entrenamiento en Strava es una ‘droga’ a la que es difícil renunciar. Incluso para agentes y miembros de la seguridad de un país tan hermético y militarizado como Israel. El usuario de Twitter ‘FakeReporter’ (un grupo israelí que lucha contra la desinformación en internet) ha desvelado que el ejército israelí ha sido víctima de la compartición de datos, en este caso sobre la actividad física. Al parecer, agentes desconocidos han estado utilizando esta red social para espiar a unos 100 miembros de la seguridad y del ejército que sirven en varios departamentos israelíes.
Según desvela ‘FakeReporter’, estos espías habrían establecido segmentos falsos en varias zonas que sabían que frecuentaban estos miembros del ejército y la seguridad. A pesar de tener las cuentas privatizadas, al figurar su nombre en los ránkings de los mencionados segmentos se puede tener acceso a cierta información física. No solo eso, sino seguir los recorridos y la actividad y las zonas por las que se movían no solo en Israel, sino en otras bases y países. Al parecer, por lo menos seis instalaciones israelíes de alto secreto quedaron expuestas.
Strava, “trabajando en el problema”
‘FakeReporter’ informó primero al ejército israelí y después a Strava. Según ‘The Guardian’, la red social ha comunicado que está “trabajando para solucionar el problema”. Y es que la situación reviste más gravedad si cabe porque, a priori, los agentes que usaron strava para cargar sus actividades tenían el perfil privado y solo sus contactos podían acceder a la información.
