Cada vez estamos más habituados a ver a corredores de montaña hacer incursiones esporádicas en pruebas de asfalto. Trasladar todo el desnivel acumulado y el entrenamiento específico de trail a carreras de ruta llanas. Siempre resulta curioso ver cómo un atleta cuyas sesiones están enfocadas única y exclusivamente a sumar desnivel y a simular situaciones de carrera en el monte (normalmente de mucha carga de kilómetros, de tramos de caminar por pendientes de mucha elevación, etc.) se desenvuelve en situaciones a las que no está acostumbrado. Lo hemos visto en infinidad de ocasiones. Vimos a Aritz Egea correr la Behobia, a Sheila Avilés también disputar alguna media maratón. En la mayoría de casos con ritmos y con resultados muy positivos.
Esperando el debut de Kilian
Incluso Kilian Jornet anunció hace un año que se estaba preparando para su incursión en la ruta (quién sabe si de cara a ese Maratón de Valencia que se va a disputar en su edición élite). Comentamos esto porque el ultracorredor de montaña Tom Evans, para muchos el mejor ‘ultrero’ de Gran Bretaña y ganador, por ejemplo, de la prueba CCC del Ultra Trail del Montblanc en 2018, participó en la media maratón ‘Coast Half Marathon’. No solo eso, sino que logró completarla…¡en 63 minutos! Ahí es nada. Una carrera que transcurre por un paraje impresionante en la Costa de Antrim, en Irlanda, y que está considerada una de las más rápidas de Gran Bretaña.
Farah, ganador
La edición de 2020 se la llevó el pasado sábado Mo Farah con un registro de 60:27 por delante de Marc Scott (60:39) y Ben Connor (60:55). Evans fue séptimo tras completar los 21 kilómetros a un ritmo de 2:59’/km. Una barbaridad tratándose como decíamos de un corredor acostumbrado a distancias que merodean los 100 kilómetros y a desniveles tremendos, por lo que suele transitar por ritmos mucho más lentos. Cabe destacar que Evans ya corrió hace un par de años una prueba de 5k en 13’41”.
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