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¿Talones agrietados? Cómo evitarlos y tratarlos

Hola a todos l@s amig@s de la Bolsa del corredor. Los meses avanzan, con el paso del verano quizá observéis que vuestros talones parecen el desierto del Sahara en agosto, secos, cuarteados y agrietados. En esta entrada os queremos dar unos consejos para evitarlos, y algunas ideas para tratarlos y dejarlos bien hidratados y suaves.

¿Bien, primera pregunta? ¿Porqué se agrietan los talones? ¿y sobre todo en verano?. La primera respuesta parecería indicar que al sacar los pies fuera del calzado habitual, estos se resecarían más, y algo de cierto hay. Pero, ¿porqué no se reseca todo el pie por igual?.

La sequedad y agrietamiento que se produce en los talones no es más que hiperqueratosis, lo que comúnmente se conoce como durezas y se producen principalmente por una causa, es uso de chanclas, o calzado sin sujeción al talón. Estas durezas se forman por un micro traumatismo continuo, que ocasiona la chancla o calzado abierto al chocar con nuestro talón. Cuando estamos con el pie apoyado, la chancla contacta con toda nuestra planta del pie, pero al iniciar el paso la chancla se queda en el suelo mientras nuestro pie empieza a impulsarse. Cuando hacemos el despegue del pie, la chancla se precipita con nuestro talón, chocando en la parte final del impulso (lo que además origina el típico sonido de “chancleteo”). Aunque este choque es minúsculo, si caminamos largas distancias o tenemos las chanclas puestas todo el día  debemos sumar miles de micro-choques, que son los que ocasionarán la dureza en el talón. Si seguimos usando este calzado, las dureza empeorará, y aparecerán las temidas grietas, que son dolorosas por abrir heridas en la piel que subyace.

 talones agrietados

Aquí observamos la secuencia: Pie y chancla apoyados en el suelo. Al iniciar la impulsión, la chancla se queda fijada al suelo. La chancla se acerca al talón. Choque de la chancla con nuestro talón.

¿Cómo tratar los talones agrietados?

  • El primer consejo sería dejar de usar temporalmente el calzado abierto, sin sujeción. Al menos, paramos un factor que produce la dureza.
  • Si los talones están con grietas abiertas (sangrantes), recomendamos encarecidamente la visita a un podólogo que pautará curas con antisépticos, como povidona yodada o clorhexidina.
  • Una vez curadas estas heridas abiertas, recomendaríamos el uso de cremas a base de Urea al 30% que tiene una pequeña capacidad queratolítica (de disolución de la queratina, proteína que constituye las durezas).
  • Si el acúmulo de dureza fuera muy exagerado, no quedará otra que pasar por el bisturí del podólogo, que aunque suene algo “gore” no duele absolutamente nada.
  • Posteriormente, sería recomendable cremas hidratantes a base de urea al 10 o 15 %, que tendrán el efecto de aportar agua a la piel, dando elasticidad a las capas más externas de la epidermis y mejorando el tacto, la textura y el color de la piel.

Bueno, amig@s de la Bolsa del Corredor, os recomendamos no abusar del calzado sin sujeción, o al menos no llevarlo para caminar largas distancias. Esperamos que con estos consejos los talones agrietados sean cosas del pasado. Sólo tenéis dos pies y hay que cuidarlos para toda la vida, ¡ellos os llevarán por todos los caminos!

¡Salud y Kilómetros!

Alfonso Martínez-Nova (@Podoalf)  Grupo de investigación BioPiEx


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