Suplementación

La suplementación en el running. Como bien apuntaba nuestro querido amigo y runner Johnatan Fanegas, uno no puede enfrentarse a determinados retos deportivos sin una suplementación alimenticia especializada. Pero no confundamos suplementar con substituir, porque hay que seguir ingiriendo los alimentos humanos estándar como las alubias, la paella, los panellets, el potaje, la pizza, los gambones, los serranitos, las croquetas de mamá, los huevos con patatas, etc. No podemos empezar a diluir polvos en vasos de agua, deglutir barritas inmasticables o tragar geles saborizados y pensar que ya no hace falta el plato de arroz porque engorda. Mal.

También podemos interpretar lo de la suplementación desde otro prisma un poco menos inocente y en el que ya intervienen substancias que figuran en cierta lista oscura o, como las que consumen los que más saben, que figurarán en el futuro. Cuando alguien se sube a este carro, parafraseando al Doctor Bugatti, se dice que “ha desayunado fuerte“. Os aconsejo que nunca os chutéis porque será la constatación de que tenéis una ética de mierda y por lo tanto sois seres despreciables; además viviréis menos, y aquí es cuando alguna luz dice “la contaminación o el alcohol también”, pues si te chutas y bebes te mueres antes que si solo bebes. Si te drogas que no sea para ganar a un compañero suciamente, al menos que sea para salir de juerga… ¡Pero eso también está mal! ¿¿Eh?? Que quede claro.