Ndikumwenayo superó a Kwizera por un suspiro / EFE
Dos atletas europeos nacidos en África, el español de origen burundés Thierry Ndikumwenayo y la keniana nacionalizada turca Yasemin Can han ganado este domingo el XL Cross de Itálica, una carrera 10.092 metros del recorrido sobre el complejo arqueológico de la antigua ciudad romana ubicada en Santiponce (Sevilla). Se notaron desde el pistoletazo de salida las ganas de romper una sequía de 39 años sin victoria española en Itálica, pues fue Adel Mechaal quien dinamitó la prueba en la primera vuelta al seleccionar un grupo de favorito de una decena integrantes y dar el relevo en la segunda vuelta a Mohamed Katir.
Mediada la carrera, el ganador de 2022, Rodrigue Kwizera, y su compañero de entrenamientos, el neo-español Thierry Ndikumwenayo, tomaron la iniciativa junto al joven keniano Levy Kibet, que no pudo seguir el ritmo frenético de los burundeses y tuvo que conformarse con la tercera plaza. El esprint entre Kwizera y Ndikumwenayo fue espectacular, ya que el primero lanzó un violento ataque en la subida previa a la línea de meta, pero el segundo resistió sin perder la estela para rematar a su antiguo compatriota en los últimos metros y darle este importante triunfo al atletismo español.
La carrera femenina fue, desde el primer kilómetro, un mano a mano entre dos de las favoritas, la turca Yasemin Can y la ugandesa Peruth Chemutai, que se marcharon de salida en compañía de otras atletas africanas, como Purity Chepkirui o Meselu Berhe pero enseguida se quedaron solas. Al segundo paso por meta, sólo la keniana Chepkirui seguía el ritmo de las dos primeras, que se relevaron en cabeza hasta los quinientos metros finales, cuando Can operó un violento cambio de ritmo que sorprendió a Chemutai, más acostumbrada a las aceleraciones graduales.
La múltiple campeona de Europa de campo a través mantuvo su ventaja de cinco metros hasta la llegada y la emoción la puso la gijonesa Isabel Barreiro, protagonista de una brillante remontada que la llevó hasta la cuarta plaza y a punto estuvo de permitirle subir al podio, pues acabó en los talones de una exhausta Chepkirui.