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Seis hermanos para dar las gracias al maratón

De izda a derecha: Toni, Quique, Juan, Consuelo, Marta y Pablo
Toni (52), Quique (51), Juan (50), Consuelo (49), Marta (40) y Pablo (36), los hermanos Romero compartirán línea de salida el 5 de diciembre en el maratón de Valencia. La última vez que coincidieron juntos fue en las bodas de oro de sus padres. 

Juan Romero (50 años) debutó en el maratón de Valencia en 1990 con 18 años (4 horas, 13 min).

– No había Internet. Debuté a las bravas – recuerda sin hacer tiradas de más de 1 hora.

Juan, que hoy es profesor de Economía en el colegio Montearagón de Zaragoza y que, desde los 42, celebra cada cumpleaños corriendo los años que cumple, llegó a hacer 2h 36 min en maratón.

– He hecho 39 maratones. Hubo años en los que hice cuatro.

Pero Juan también es el tercero de seis hermanos: Toni (52), Quique (51), Consuelo (49), Marta (40) y Pablo (36), criados en Valencia, en la Avenida de Aragón al lado del estadio de Mestalla.

– En aquel primer maratón fui solo a la carrera y volví solo a casa y muy orgulloso – recuerda.

Sus hermanos no sabían nada.

Sin embargo, este año, 31 años después, en el maratón de Valencia del 5 de diciembre van a correr los seis.

– En casa se le tiene mucho cariño al maratón -explica Juan-. Es una prueba que ya forma parte de nuestros recuerdos y de nuestra imaginación.

De hecho, el km 16 pasa por debajo de casa y ahí estarán los padres Antonio y Consuelo, que en el 2018 celebraron sus bodas de oro.

Pero es que hace tiempo que el maratón se convirtió en un acontecimiento familiar en casa porque hay tanto que contar.

– Mi hermano Quique debutó conmigo en 1992. Fuimos juntos hasta el km 30 en el que a mí me dio una pájara -recuerda Juan.

Luego, siguió Consuelo que hoy es madre de ocho hijos, que vive en Londres (casada con un irlandés que corría los 10 km en 31 minutos), que era una mujer que hacía triatlón y que llegó a terminar en 3h17m en Londres.

– Consuelo es un valor seguro. Es muy dura, muy fuerte, lo que le pongas por delante – insiste Juan, que también acompañó a Toni, el mayor, el futbolista, el Iniesta de la familia, en su primera maratón en 3h 38m.

– Toni acababa de hacer 1h 24 m y querría bajar de 3 horas. Y pasamos la media en 1h33m. Pero una pájara se lo impidió.

Porque no es fácil bajar de tres horas.

De hecho, Juan tardó 7 años en bajar de 3 horas (“fue al quinto intento”).

La realidad es que hoy Juan tiene 2h 36m, una marca cinco estrellas que desafiará en Valencia Pablo (36), el más pequeño que ahora vive en Bogotá, desde que se casó con Melaine, una mujer francesa.

– A su edad, casi que es como ahora o nunca. Pablo entrena a 2.700 metros de altitud en Bogotá y va a venir con el hematocrito por las nubes. Hace semanas de 120 o 130 km.

-Tampoco son tantos para maratón -le digo a Juan.

– No, la verdad es que no. Yo he llegado a hacer 170 km para el maratón – recuerda Juan, que fue liebre de María José Pueyo que fue olímpica en los JJOO de Pekin 2008.

– De hecho, hice 2h36m con ella en Vitoria y recuerdo que aquel día yo fui tan fácil que podría haber hecho 2h 32m – añade Juan, un hombre que tiene 1h 11m en media.

– Me he entregado muchísimo a esta afición: la quiero con locura.

Pero la realidad es que nunca han corrido maratón los seis hermanos juntos entre otras razones porque Marta (40) nunca ha corrido maratón.

Debutará en Valencia.

– Yo voy a ir con ella y habrá que echarle paciencia. Calculo que hará 4h30m y deberé hacer que coma y que beba y si hay que caminar caminaremos: tiene miedo pero le hace ilusión – explica Juan, que se acuerda de los tiempos en los que le cambiaba pañales a Pablo (le saca 14 años) o a Marta (le saca 10).

– Ahora en las calles de Valencia será parecido pero diferente.

Juan no duda que los seis llegarán a meta: cada uno a su manera.

– Los Romero somos gente persistente con mucho carácter a la hora de lo físico.

El maratón es parte de la educación en casa: uno más de la familia.

Su personalidad es una mina.

– El maratón tiene muchas cosas que se pueden aplicar a la vida – insiste Juan.

– Quiero en mi empresa a un maratoniano: lo tengo clarísimo. Porque un maratoniano es aquel que vive la vida con agradecimiento -añade-. Incluso diría más. Un maratoniano es una persona que no se cansa de dar las gracias. Por eso la gente se emociona en el maratón.

La emoción se va a multiplicar por seis en este caso.

– Es hasta difícil reunir a los seis en Navidad. Sin embargo, eso lo va a lograr el maratón. Hasta ahí llega su importancia: la última vez, que nos reunimos los seis, fue en las bodas de oro de mis padres.

Y ahora los seis van a estar unidos por algo y no es fácil a estas edades con vidas tan complejas y con distancias tan largas y con el océano de por medio incluso.

Han pasado tantos años: entre los seis ya les han dado 16 nietos a sus padres, se dice pronto.

Y, aunque el tiempo que haga Pablo (36) no tenga nada que ver con el que haga Marta, la experiencia se vivirá a fondo y como lo que realmente es: un día único, personal e intransferible, una de esas fotografías para toda la vida.

– Yo llevare móvil porque con Marta vamos a ir muy tranquilos y les informaré a los demás de cómo vamos -explica Juan.

Y quién sabe pero sólo se sabe que será muy bonito.

Y aún más bonito porque en el viaje también estará Jorge (29 años), el hijo de Quique, que aspira a hacer 3h13m y Marina, la novia de Juan, que sale a por 3h 45m para añadir más peso a la balanza de las emociones.


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