Una salida que vale una maratón (de Barcelona)

Publicado por
Aouita
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Barcelona
It was the first time that we met
Barcelona
How can I forget
The moment that you stepped into the room
You took my breath away
(…)

Si esta estrofa te suena y eres uno o una de las 9.145 personas que llegaron a meta en la reciente Maratón de Barcelona 2021, tuviste la oportunidad de vivir una de las salidas más emocionantes que se recuerdan en un gran evento popular como es la Maratón de Barcelona.

Cuando eran exactamente las 8:33h de la mañana del domingo 7 de noviembre, una sorpresa (como si el correr una maratón no fuera ya una caja de sorpresas por sí sola) nos esperaba para acompañarnos durante los momentos previos al disparo de salida. El speaker nos anunció que iba a sonar en directo el himno de la maratón, en ese justo momento, en las cabezas de cientos o miles de corredores y corredoras se debieron formular la misma pregunta, ¿pero la maratón tiene himno?

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Pues resulta que sí, y menudo himno. Barcelona.

Barcelona, el himno de los mejores juegos de la historia

Corría el 1987 cuando Freddie Mercury pilló un vuelo a la ciudad condal para conocer a la soprano Montserrat Caballé para que escuchara en una cinta de cassete, la canción Barcelona que había compuesto conjuntamente con el músico y productor Mike Moran. A Caballé le encantó. Unos meses más tarde, Mercury aceptó ser el invitado de honor de los Juegos Olímpicos de Barcelona, clausurando el evento cantando a duo con Montserrat Caballé esta canción. El Comité Olímpico Español decidió que fuera el himno oficial de los juegos.

Un año más tarde, en 1988, este dueto de ensueño saltaban al escenario para interpretar la canción en la que sería la última actuación de Mercury. Esa noche -ya muy enfermo de SIDA- no pudo ni cantar, y mientras la orquesta sonaba en directo, Mercury hacía playback. Maquillado al máximo y con un pie con necrosis, Freddie Mercury ya no se volvió a subir a un escenario. Un año antes de la celebración de los Juegos, moría a la edad de 45 años.

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Es la experiencia, amigo

La canción escogida, la interpretación magnífica, el escenario en el que nos encontrábamos, las miradas y saludos entre los compañeros y compañeras, y sobretodo los nervios de tener -finalmente- delante mismo, tocando prácticamente con la punta de los dedos (de los pies) la aventura de 42km que tanto tiempo llevábamos persiguiendo -y que una pandemia mundial nos había robado- superó mis umbrales y la emoción me desbordó.

Me saltaron las primeras lágrimas justo cuando la masa de corredores y corredoras emprendíamos el camino pasando por debajo del arco de salida, mientras aún sonaban los acordes de la canción mágica.

Tardé en recuperarme de la emoción (y de la llorera) casi un kilómetro.

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Lo que sentí durante el resto del transcurso de la maratón, ya pertenece al mundo de las crónicas personales, pero solo apuntaré que sobre el km 36 cuando las piernas decidieron que en esta maratón iba a tocar sufrir más temprano de lo previsto, saqué de mi armería mental recuerdos y motivos que me hicieran tirar hacía delante, y la emoción vivida durante la salida me ayudó a llegar a meta.

Es la experiencia amigo, no solo de marcas vivimos los corredores/as.

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Aouita