Inicio El Taller del Corredor Rotura fibrilar: ¿Cuándo, cómo y por qué?

Rotura fibrilar: ¿Cuándo, cómo y por qué?

La rotura fibrilar, en la Radio del Corredor
La rotura fibrilar, en la Radio del Corredor

Por mucho que sea un programa especial este número 18 de cierre de la primera temporada, en la Radio del Corredor nos hemos acordado también de la cara más amarga del deporte. Junto con los compañeros de Invisible Training, profundizamos en una de las lesiones más temidas y, a su misma vez, más habituales que sufren los corredores. No, no hablamos de la fascitis plantar (ya lo hicimos recientemente, de hecho) y sí, sí hablamos de la rotura fibrilar. ¿Por qué surge? ¿Cómo detectarla? ¿Qué hacer una vez se diagnostica? Intentamos dar respuestas a todas las preguntas que surgen con José Luis, fisioterapeuta de Invisible Training.

¿Qué es y cómo se produce la rotura fibrilar?

“Decimos que la rotura fibrilar es una lesión que se produce en el tejido blando contráctil del vientre muscular. Normalmente siempre viene asociada a una situación de estrés, de sobreesfuerzo, de sobrestiramiento, a una fatiga extrema, etc. ¿Qué pasa? Que hoy en día la nomenclatura de las lesiones musculares ha cambiado mucho. Antes hablábamos de rotura fibrilar de ‘x’ centímetros en tal músculo. Actualmente en el ámbito deportivo tenemos unas clasificaciones que especifican mucho mas el tipo de lesión y la localización. Hablamos de lesiones de la unión miotendinosa, entre el músculo y el tendón, de lesiones miofasciales, entre el musculo y la fascia, o lesiones de fascia y fascia entre dos tabiques musculares”, asegura José Luis, de Invisible Training.

“¿Cómo puede producirse? Normalmente es un mecanismo indirecto, por una tracción, un sobreestiramiento, y ese estiramiento lo que hace es que separa la unión de las fibras musculares a la fascia (en el caso de las miofasciales) o de la unión de las fibras musculares al tendón, en el caso de las miotendinosas. No se produce en el propio vientre muscular, donde sí se pueden producir roturas pero normalmente por un traumatismo directo, una contusión”. En principio, puede venir precedido de una fatiga, una sobrecarga en el músculo. Se pueden notar las piernas cansadas, pero normalmente es por un sobreesfuerzo, un sobreestiramiento, algo que le provocamos al musculo que no está preparado para realizar”.

¿Cuáles son los síntomas de la rotura fibrilar?

“La lesión no tiene por qué venir precedida de un proceso de aviso, pero cuando va asociada a esa fatiga, a esos días previos que notas sensaciones de sobrecarga, que te cuesta recuperar o incluso cuando hemos hecho una mala gestión de entrenamiento (exceso), lo que se nota es la sobrecarga y lo que hay que hacer es prevenir. Si se puede, hay que acudir al fisio para valorar antes de que llegue el pinchazo. Pero lo que te digo, muchas veces no da aviso”, aclara nuestro fisio. “Lo que recomiendo yo es descansar un poquito, hacer estiramientos, masaje, pero sobre todo antes de que aparezca hay que visitar a un especialista. Sería el consejo”.

¿Es lo mismo lesión en el sóleo que en el gemelo interno?

“La rotura fibrilar en el gemelo es de las más habituales en los corredores. Me gustaría aclarar que lo que llamamos gemelo son tres vientres musculares: gastrocnemio interno, el gastrocnemio externo y el sóleo. Por eso, correctamente hablaremos del tríceps ural, el grupo muscular formado por estos tres vientres. Normalmente lo más habitual es la lesión del gastrocnemio interno, lo que conocemos como ‘pedrada’. Mucha gente la habrá sufrido, aparece un dolor muy agudo, súbito, en la cara interna de la pantorrilla, como si te hubiesen dado un golpe muy fuerte, incluso un perdigonazo. En cambio, el sóleo, aunque esté por debajo internamente de los gemelos, no es tan fuerte y muchas veces permite continuar una actividad. Eso sí, en ninguno de los dos casos yo diría que se puede continuar realizando una actividad de alta intensidad. Si se hace se corre el riesgo de un aumento de la lesión”.

¿Qué periodo de recuperación establecemos en la rotura fibrilar?

“Depende de muchos factores. Sobre todo del tipo de rotura, si es entre tabiques musculares, si es en la unión entre musculo y tendón. También influye el grado de rotura. Diríamos que entre dos semanas y hasta cuatro o cinco semanas, depende de varios factores. También influye si ha habido lesiones previas o es la primera vez, de la tolerancia del propio deportista…Hay gente que recupera mejor, también depende en caso de los corredores si se corre por llano, por montaña. Lo primero que hay que hacer es tener mucha calma, cuando se sufre una lesión de este tipo hay que descansar, poner hielo los primeros días, poner una media de compresión y evidentemente ir al médico para que dé un diagnóstico”.

“Como no siempre es posible ir los primeros días a un especialista, pues empezar con eso, reposo, hielo y compresión. En cuanto a los tratamientos, desde la fisioterapia deportiva se está tratando que sean cada vez más activos. Para curarnos bien y reincorporarnos a la carrera, por supuesto el tratamiento de fisio en consulta es clave. Luego introducir un tratamiento activo en gimnasio controlado por el fisio también y por ultimo y antes de volver a correr un trabajo de readaptación. Es la reintroducción a la actividad deportiva, en este caso a la carrera. No puede ser que un deportista salga de la lesión, baje de la camilla y se ponga a correr porque tendrá muchos números de recaer. Lo que se marca es que para volver a correr hay que reactivar el músculo con actividades de la vida diaria”, añade José Luis.

“Aparte de un trabajo activo, podemos empezar haciendo algo de bicicleta o elíptica, que trabaja el gemelo, pero no hay tanto impacto, luego pasar a trabajar en cinta o en tapices grabado, que permite un menor impacto y carga para el músculo. Se puede trabajar en arena, en hierba donde el impacto es menor…Siempre es un trabajo progresivo. El trabajo de mayor exigencia hay que iniciarlo cuando has hecho un proceso previo, todo mejor con sesiones cortas y con buenas sensaciones que no largas y acabar con molestias”.

Escucha nuestra charla sobre la rotura fibrilar a partir del minuto 26:40 de los siguientes enlaces:

 


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