En este artículo os traemos el análisis detallado de las pruebas realizadas al Garmin Forerunner 35, un reloj gps de la gama básica/media al que Garmin ha añadido entre otras mejoras: pulsómetro óptico de muñeca, alertas por vibración y función de entrenamientos por intervalos. Todo lo anterior se suma a las funciones de reloj “inteligente” con bluetooth y monitor de actividad diaria, manteniendo una autonomía más que aceptable (13 horas) en un diseño fino (13 mm de espesor) y ligero (37 gramos). Si olvidamos el intento fallido que supuso la vivosmart HR (plus), ahora sí que por fin tenemos un garmin básico con gps para los que buscan en un mismo dispositivo monitorización de la actividad diaria, pulsómetro óptico 24 horas y funciones de entrenamiento para salir a correr varias veces por semana.
Por ahora no hay grandes ofertas para este Forerunner 35, algo menos de 190 € en amazon, y aunque ese precio lo coloca como el más económico de todos los modelos con sensor óptico de Garmin [comparativa], aún está un poco lejos de los 149€ del nuevo Polar M200, su rival más directo y con el que lo iremos comparando durante toda la review.
Como ya comentamos en el pre-análisis de este modelo, el Forerunner 35 sigue la estela del Forerunner 25 [review], un modelo básico con el que comparte menú y su sencillo manejo mediante cuatro botones. Con respecto a este último se han suavizado los bordes, dándole un aspecto más de smartwatch que de reloj-gps, recordando un poco al vivoactive clásico.
El Forerunner 35 sólo trae consigo un pequeño manual y el cable USB de carga del tipo “pinza” con pines metálicos. Al igual que el resto de dispositivos de Forerunner, Garmin sigue apostando por este sistema de carga más fiable ante problemas de corrosión y humedad. El Forerunner 35 tiene una clasificación de resistencia al agua de 50 metros.
En cuanto a las dimensiones, el FR35 sólo está disponible en una talla, a diferencia del resto de modelos de la gama baja de Garmin [comparativa]. Pero es un producto relativamente pequeño, sus 35,5×40,7 y 13,3 mm de espesor hacen que no quede grande en muñecas pequeñas. En la siguiente imagen podéis ver la diferencia de tamaños entre el Forerunner 35 y el más alargado vivoactive HR, un modelo “similar” que no tiene la opción de entrenamiento por intervalos pero aporta el perfil de natación en piscina.
El Forerunner 35 tiene una pantalla cuadrada de 23,5×23,5 mm y, aunque sigue siendo monocromática y con una resolución discreta, 128x128px, su comportamiento y contraste es excelente incluso en situaciones de mucha luminosidad.
En la pantalla principal, además de mostrarnos la hora y la fecha, con el botón “down” podremos acceder al resto de “widgets” o pantallas de información: notificaciones, el tiempo, pasos, última actividad realizada, frecuencia cardíaca, control de música, etc. Sin utilizar el GPS la autonomía llega hasta los 9 días.
Este modelo tiene como ventaja frente a los de gama superior, Forerunner 230 o 235, la posibilidad de configurar todas las opciones a través de la aplicación móvil, tras vincular el FR35 vía bluetooth con un móvil compatible. Desde la opción “dispositivos” dentro del menú de la app, podremos por ejemplo decidir qué “widgets” de los anteriores queremos que se muestren, desactivar las alertas de inactividad o hasta el propio pulsómetro óptico.
La configuración del Forerunner 35 también la podremos realizar desde el propio reloj, manteniendo pulsado el botón “back”, o a través de la web Garmin Connect al conectarlo a un ordenador con el cable usb de carga y el programa Garmin Express [link de descarga]. En resumen, un reloj fácil de usar y de configurar, sobre todo cuando por algún motivo hay que resetear (presionando 15 segundos el botón de “on/light”). En todo caso, si os lo compráis, no está de más echar un vistazo al manual (link versión en pdf).
Otro de los aspectos a destacar en este FR35 es la configuración de la pantalla de datos en los distintos perfiles deportivos, mejorando con respecto a otros modelos básicos de Garmin, al poder seleccionar de 1 a 3 datos por pantalla en cada una de las 4 pantallas disponibles. Como véis en la imagen siguiente, el tamaño de los datos es bastante grande cuando usamos únicamente uno o dos campos por pantalla, muy a tener en cuenta para los que al correr dejan en casa las gafas de vista o las lentillas.
Iluminación y alertas: La iluminación del reloj se puede configurar de forma manual o automática (se activa con los avisos y al tocar cualquier botón). Este modelo carece, de momento, de la activación mediante giro de muñeca. El FR35 añade vibración a los avisos sonoros en las actividades deportivas (autolap, alertas por zonas de FC, ..) y también nos permite añadir más de una alarma silenciosa (sólo vibración) en el modo reloj.
Datos y métricas disponibles: tiempo (total y vuelta), distancia (total y vuelta), velocidad (actual, media y por vuelta) , ritmo (actual, medio y por vuelta), calorías, cadencia de pedaleo, cadencia de carrera, frecuencia cardíaca y zona de frecuencia cardíaca. No muestra datos relativos a altitud o desnivel.
GPS: No dispone de Glonnass. La grabación de la posición mediante gps es cada segundo, lo que mejora sustancialmente la precisión en trayectos con curvas y giros, una ventaja importante con respecto al resto de la gama de entrada de Garmin y modelos como el FR220, con el modo de grabación inteligente (cada 3-5 segundos). La localización de satélites es bastante rápida, idéntica al resto de relojes de gama media y alta, en parte gracias a pre-cargar datos del satélite a utilizar cada vez que sincronizamos con nuestra cuenta de Garmin Connect.
Sensor óptico de frecuencia cardíaca: además de utilizarlo en los perfiles deportivos o para consultar nuestro pulso en cualquier instante, el FR35 permite registrar nuestro pulso de forma continua durante el día. Se realiza mediante una grabación inteligente, cada 5-6 segundos y que se desactiva durante más tiempo al no detectar movimiento. Esta función se puede activar y desactivar desde el menú de configuración. Otro de los aspectos destacables de este modelo es la transmisión del pulso vía ANT+ a otros dispositivos, como ya sucedía en la vivosmart HR, comportándose como si se tratase de un pulsómetro externo similar al Scosche Rhythm +.
Autonomía: en modo reloj tendremos una autonomía de hasta 9 días, con las funciones de monitorización de la actividad (pasos, sueño, alertas de inactividad, ..) y conectividad móvil (notificaciones, widgets, sincronización automática, ..) activadas. Aunque puede no llegar a los 7 días en función del uso que le demos a los avisos (junto al gps, la iluminación y la vibración suelen ser los que más batería consumen). En modo GPS tenemos hasta 13 horas de autonomía, más del doble de lo que nos ofrece el Polar M200.
Modos deportivos: el Forerunner nos ofrece cuatro modos deportivos por defecto: carrera, caminar, cardio (sin gps) y ciclismo, a los que también añade la carrera en interiores, donde desconecta el GPS y utiliza el acelerómetro interno del reloj para medir el ritmo y la distancia, una ventaja frente al Polar M200 que no nos será útil en cintas de correr. En el modo ciclismo también podemos desconectar el gps desde las opciones, pero para registrar la velocidad necesitaremos conectar un sensor de velocidad a la rueda libre. El Polar M200 permite un mayor número de perfiles deportivos, algo que con el FR35 tendremos que solventar tras sincronizar la actividad, editándola y cambiando el tipo de deporte por alguno de los múltiples disponibles en Garmin Connect.
Para cada perfil deportivo podremos personalizar independientemente 4 pantallas con hasta 3 datos en cada una, el autolap (avisos cada “X” kilómetros) y si queremos que nos marque el ritmo (min/km) o la velocidad (km/h). La configuración se puede hacer de forma muy sencilla desde la app móvil como se ve en las pantallas de la siguiente imágen.
Conectividad y sensores: Además del gps y el sensor óptico de frecuencia cardíaca, este FR35 dispone de Bluetooth para sincronizar las actividades con la app móvil de forma automática, recibir notificaciones o para usar la función “Live Track”, con la que cualquier persona que invitemos podrá seguir en tiempo real nuestra actividad y posición, siempre que llevemos el móvil con nosotros. Dispone también de conectividad ANT+ que permite conectar sensores externos de velocidad y cadencia o bandas clásicas de frecuencia. En carreras de interiores no será necesario conectar un podómetro externo, aunque son compatibles, ya que el acelerómetro interno hace esas funciones. Para que el FR35 sea preciso en cintas de correr, es necesario calibrar primero el reloj. La calibración se realiza de forma automática tras hacer alguna carrera en exterior con el gps activado.
Funciones básicas de entrenamiento: aún siendo un reloj “básico”, el FR35 puede servirnos perfectamente tanto para competir como para entrenamientos de carrera. Además de los avisos por kilómetro (autolap) y el virtual pacer, que nos indicará en una nueva pantalla y alertas si vamos por encima o por debajo de un ritmo objetivo, la posibilidad de programar intervalos desde el propio reloj completa las herramientas imprescindibles para cualquier corredor que quiera seguir un plan de entrenamiento. En el siguiente apartado os hablamos con más en detalle de esas funciones.
En la imágen siguiente os resumimos las principales características que hemos comentado:
Si la función de auto-lap, que nos avisa del tiempo invertido cada kilómetro de carrera (o ciclismo), es una función básica (e imprescindible) en todos los Forerunner de Garmin, la programación de intervalos ha sido siempre la diferencia entre los relojes de gama baja y los de gama media, al menos hasta que salió este modelo. Entrenamientos del tipo: 10 min de calentamiento, seguidos de 5 repeticiones de 400 metros, con 1 minuto de descanso entre cada una, finalizando con otros 10 minutos de enfriamiento, son extremadamente fáciles de programar desde el propio reloj, a diferencia del Polar M200 o el M400, que aún permitiendo entrenamientos más complejos, es necesario la web o la app móvil para crearlos y luego sincronizarlos con el reloj.
La programación de intervalos se realiza desde las opciones de los perfiles de carrera, ciclismo y cardio. En el perfil de carrera, además de la carrera “libre” y los intervalos, también tendremos la función “Caminar/Correr”, una función de intervalos simple sin periodos de calentamiento ni enfriamiento.
Una vez programado un intervalo (lo podéis ver en el vídeo siguiente), al iniciar la actividad, el reloj nos mostrará una nueva pantalla con los datos del intervalo en el que estamos, el tiempo o la distancia que nos queda y lo que llevamos invertido. Cinco segundos antes de acabar, el FR 35 nos avisará de que dicho intervalo está finalizando evitando así estar pendiente del cronómetro en cada intervalo.
En el vídeo siguiente os cuento con más detalle cómo programar intervalos:
A diferencia de modelos más avanzados como el Forerunner 230, con este FR 35 no es posible cargar desde la web de Garmin Connect entrenamientos más complejos con bucles de repeticiones o varios intervalos distintos.
Otra de las funciones de entrenamiento disponibles en este modelo es el “Virtual Pacer” o “liebre virtual”. Aunque personalmente prefiero controlar el ritmo añadiendo el campo ritmo por vuelta, más estable que el ritmo instantáneo, y mediante los avisos por vuelta, con esta función podremos tener un control del ritmo que llevamos sin tener que mirar el reloj. Ajustando el rango de ritmos, por encima y por debajo de nuestro ritmo objetivo, recibiremos alertas cada vez que nos salgamos de dicho rango y dispondremos de una pantalla de datos adicional donde podremos controlar únicamente el ritmo que llevamos.
Junto a la programación de entrenamientos por intervalos y el virtual pacer, otra de las funciones útiles para los entrenamientos son las alertas de distancia, calorías, tiempo o rango de frecuencia Cardíaca. Igual que en las funciones anteriores, al añadir una alerta (o varias) tendremos una nueva pantalla con ese objetivo y el reloj nos avisará (pitido y vibración) cuando lo alcancemos o nos salgamos del rango, en el caso de las alertas de frecuencia cardíaca.
Además de las alertas por vibración y la programación de intervalos, el Forerunner 35 trae como novedad la inclusión de varios perfiles de deporte junto al de carrera. En el perfil de ciclismo, además de poder personalizar los datos de pantalla y el autolap, tendremos la opción de desconectar el gps para sesiones de interior y conectar sensores de cadencia y velocidad tipo ANT+ o duales [comparativa].
A diferencia de relojes de gama media, la configuración del sensor de velocidad es automática al empezar a rodar, por lo que si tenemos varias bicicletas con tamaños de rueda distintas y queremos utilizar el FR35 en ambas, tendremos que acordarnos de desenlazar el sensor y volverlo a vincular para que se calibre con la nueva bicicleta.
Uno de los “pros” de este reloj que puede hacerlo competir con la diferencia de precio del Polar M200 es la usabilidad como reloj de diario. Además de las alarmas silenciosas y las notificaciones móviles, el Forerunner 35 recoge todas las funciones de los monitores de actividad vivosmart y vivofit.
En cuanto a las notificaciones inteligentes, no hay novedad con respecto a otros modelos de Garmin. Suelen funcionar bien, pero no está libre de fallos, aunque el funcionamiento depende mucho de la versión del sistema operativo y sobre todo si el móvil es Android o iOS. Con un iPhone 6 SE no he tenido problemas para sincronizar o recibir notificaciones pero sí se ha colado algún “bug”, como por ejemplo recibir un tuit como una llamada entrante o alguna desconexión puntual sin mucho sentido. En todo caso, las notificaciones móviles en toda la gama de Garmin no llegan a convertir a los Forerunner en “smartwatch”. Podemos recibir todo tipo de mensajería instantánea y redes sociales, pero aún no se incluyen opciones para contestar con respuestas breves del tipo “ok”. Se ha añadido recientemente la compatibilidad con emoticonos.
Durante las pruebas del modelo que nos cedió Garmin hemos ido comparando los tracks y distancias totales con modelos de GPS de gama más alta, así como los datos del sensor óptico con pulsómetros de banda torácica, más precisos y con una mejor respuesta a los cambios bruscos de pulsaciones. Y tras todas las pruebas, la conclusión es que es un modelo correcto, no destaca por ser el mejor pulsómetro óptico del mercado ni el gps que registra los tracks más reales, pero no presenta ningún error destacable, al menos, no más destacable que en modelos similares de Garmin.
La grabación cada segundo de la posición gps hace que los datos de distancia total sean similares a los de relojes que en principio son de los más fiables, como el FR920xt, pero aún así pueden haber perfectamente diferencias de 100-150 metros en salidas de más de 20 km.
Si analizamos al detalle el track encontraremos situaciones donde el gps no sigue fielmente el trazado, aunque realmente afectan muy poco a la precisión de la distancia real registrada.
En cuanto al pulsómetro, sigue la línea del resto de sensores “elevate” de Garmin, muy bien a pulsaciones estables y algunos fallos puntuales al inicio de las mediciones. Muchos de ellos evitables simplemente ajustando el reloj y colocándolo por encima del hueso de la muñeca.
Con respecto a las sesiones de corta duración y alta intensidad, cada vez van mejorando más el algoritmo que controla esos cambios, por lo que a estas alturas ya hay muy poca diferencia en términos de pulsaciones máximas y medias de cada intervalo con respecto al pulsómetro de banda. Dicho lo anterior, también hay que recordar que el comportamiento de los pulsómetros ópticos depende todavía en gran medida del tipo/color de piel y las condiciones particulares (tamaño de muñeca, ritmo cardíacos, vellosidad, …) de cada usuario.
Este reloj no está pensado para natación, aunque es sumergible no dispone de un perfil específico, y aún así Garmin hubiera desconectado el sensor, como sucede en el Forerunner 735xt. Al probar el pulsómetro óptico nadando con el perfil de “Cardio” los resultados no fueron muy buenos, como podéis ver en la gráfica de pulso, creo que el diseño de la carcasa/correa hace que el sensor no sea lo suficientemente estanco a la entrada del agua entre la piel y la muñeca. En definitiva, su comportamiento no es bueno si pensabais utilizarlo como pulsómetro para natación.
El Forerunner 35 está disponible con cuatro colores diferentes de correas (intercambiables): verde, negro, azul y blanca. Aunque el precio es algo elevado para ser una teórica gama baja: PVP 199 €, y por desgracia todavía no lo hemos visto por debajo de los 189 €. Tras las navidades y con la salida del M200, seguramente lo tendremos en un rango más competitivo: 170-180 €.
A continuación os resumimos las ventajas y desventajas que hemos encontrado tras más de un mes de pruebas con el Garmin Forerunner 35.
Ventajas y puntos fuertes:
Desventajas y puntos débiles:
En resumen, el Forerunner 35 funciona correctamente, tiene todo lo necesario para entrenar y todas las funciones de monitorización de actividad diaria. Solventa con las alertas por vibración, varios perfiles deportivos y la programación de intervalos, las lagunas principales de los modelos de gama baja de Garmin. Además, incluye un pulsómetro óptico sin llegar a los precios de modelos como el Forerunner 235, pero por ahora la diferencia de precio no llega a ser tanta como para no preferir el modelo superior o ir hacia dispositivos más económicos tipo M200.
Tras probarlo me queda claro que deja atrás el invento de la vivosmart HR+ y que es una opción más recomendable que el TomTom Runner 2 o 3 Cardio, tanto en su uso diario como sólo gps para correr. Entonces, la pregunta del millón sería ¿mejor el Polar M200 o el FR35? Y la respuesta es, como casi siempre: depende. Ambos comparten avisos por vibración y la posibilidad de cargar entrenamientos de intervalos, el M200 a través del móvil, y el FR35 desde el propio reloj. Si vuestro presupuesto es limitado y sólo lo váis a usar para actividades deportivas, el Polar M200 es una buena alternativa, salvo para carrera en interiores. Aún con sus recortes para llegar a los 149 € de coste (pantalla, autonomía, …) tiene un gps decente y un pulsómetro óptico sobresaliente. Si por el contrario pensáis llevarlo como reloj de diario o pulsera de actividad, el FR35 tiene un estética menos “barata”, mejor pantalla y registro de pulso 24 horas. Si lo del pulsómetro óptico no es una prioridad y queréis gastar aún menos, tanto el Polar M400 como el Garmin FR25 siguen siendo muy buenas opciones como primer o segundo gps para correr.
Espero que la review del Forerunner 35 os haya servido para despejar cualquier duda. Como siempre, tenéis el apartado de comentarios para cualquier pregunta o sugerencia. En nuestra cuenta de Twitter @GadgetsCorredor podréis estar al tanto de todas las noticias, pruebas y ofertas destacadas relacionadas con el deporte y la tecnología, y recordad que podéis apoyar esta sección comprando a través de los enlaces de las diferentes tiendas online.
PreMarathon.com @PreMarathon (Victor)
Opinión:
Un modelo indicado para los que buscan un pulsómetro óptico con gps y funciones de pulsera de actividad. Es un modelo ligero y no muy grande, con una gran autonomía (9 días y 13 horas en modo gps) y todas funciones básicas para correr (Autolap, intervalos, alertas por vibración, …). Aunque su precio no es muy bajo, desde 189 € en amazon, es una alternativa al FR235 y una mejor apuesta frente modelos como el TomTom Cardio.