La atleta keniana Lilian Kasait Rengeruk, 12º en la final de los 5.000 metros en los Juegos de Tokio, se convirtió este miércoles en la octava representante de su país en ser declarada culpable de dopaje por parte de la Unidad de Integridad y del Atletismo (UIA) desde julio. Kasait Rengeruk, de 25 años y antigua campeona del mundo de 3.000 metros sub-18, dio positivo por letrozol en enero y fue condenada este miércoles por la UIA a diez meses de suspensión.
Como la atleta reconoció los hechos, el periodo de suspensión comenzó en abril de 2022 y finalizará en febrero de 2023. Frente a la ola de positivos, la federación de atletismo de Kenia ha puesto en marcha una serie de medidas para atajar el problema. “Hemos impulsado la unidad de investigación con el objetivo de desmantelar los carteles y llevar la guerra contra el dopaje a un nuevo nivel”, señaló en julio.
Kenia, en el ojo del huracán
Entre los ocho atletas que han dado positivo en los últimos meses está Lawrence Cherono, de 34 años y vencedor en 2019 de los maratones de Boston y de Chicago, además de cuarto en los Juegos de Tokio el año pasado. En 2016 Kenia fue situada en la categoría superior de la lista de vigilancia de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
