Hay historias e historias. Y luego está la del canadiense Sebastien Rouler que nos traen los compañeros de ‘Canadian Running’. Este médico especializado en pediatría logró en una semana romper los límites del ser humano, más tratándose de un corredor totalmente amateur. Rouler logró en el Rock’n Roll Marathon de Montréal (Québec, Canadá) triturar el Récord Guiness de Maratón cargando una silla de ruedas. Este canadiense registró una marca de 3:01:24 y superó por 30′ el anterior registro existente.
Rouler y Marie-Michelle Fortin, la chica a la que llevó durante esas más de tres horas de trayecto, formaron un tándem de récord. “El récord actual era de 3:35h y yo sabía que podía batirlo”, aseguró Rouler al término de la carrera, cuya totalidad grabó con una cámara GoPro montada en la silla de ruedas para tener un documento que acreditara el Récord Guiness, tal y como mandan los cánones. “Me sentí como si fuera yo la que estuviera corriendo”, comentó por su lado Fortin, encantada con su portador. Ambos se conocieron en la Media Maratón de Lévis en el mes de mayo. A Fortin le hacía muchísima ilusión poder realizar el trayecto de la maratón de Montréal, que su padre había corrido tantas y tantas veces y Rouler decidió que la ayudaría a lograrlo y, de paso, buscar el Récord.
Reencuentro de Rouler con otro ‘Inhumano’
Pero no tuvo suficiente Sébastien con ese hito. De hecho, resultó ser solo el calentamiento para su ‘semana fantástica’. Menos de una semana después se disponía a viajar a Grecia para correr una de las carreras más duras del mundo, el Spartathlon, una prueba de 246km que recorre el trayecto que hizo Filípides el 490 a.C. entre Atenas y Sparta antes de la Batalla de Marathon para pedir al rey espartano ayuda para combatir la invasión persa. Pues bien, no solo finalizó la carrera Rouler (lo hicieron ‘solo’ 238 de los 400 que la iniciaron), sino que lo hizo en la posición 120. ‘Únicamente’ gastó 33h y 47′ en acabar el recorrido Rouler.
“Rápidamente me dí cuenta de que mis piernas no estaban totalmente recuperadas del esfuerzo del maratón de unos días antes”, aseguró Rouler. “Mi único objetivo era terminar. Y lo hice. Me moría de ganas, tenía la necesidad de tocar la estatua de Leónidas I de Sparta”. Por cierto, que allí pudo conocer a un ‘Inhumano’ del que hablamos hace poco en la Radio del Corredor…
