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"Quiero ser el mejor Fernando Carro de la historia"

Fernando Carro, esta temporada
Fernando Carro, esta temporada

Fernando Carro es un tipo con el que da gusto hablar de lo que sea: atletismo, fútbol, de la vida…Pero como viene de lograr un marcón en Roma y de hacer mínima para Doha y para los Juegos, la entrevista que nos concede es inevitable que tenga un aroma a entrenamiento, a competición y a sacrificio. Pero luego es inevitable que vaya derivando en otras cosas y que se acabe entrecruzando todo. Porque él es así, un atleta diferente, abierto y, como él mismo admite, que conecta con las personas. Charlamos con @subetealcarro en el programa 21 de la segunda temporada de Radio del Corredor.

¿Cómo le sienta a uno haber conseguido el gran objetivo a más de 15 meses vista?

“Creo que al final es una tranquilidad, un momento en el que puedes poner las cosas en contexto y ahora puedes encarar la preparación para el Mundial como antesala para los Juegos como gran objetivo final. Es mucho mejor entrenar, más tranquilo, no tienes esa presión. Es cierto que el año de Río hice la mínima con bastante antelación, pero no con esta solvencia”.

¿Mucha gente se ha ‘subido al Carro’ tras tu plata en Berlín?

“Creo que sí que es verdad que hay gente que se ha sumado a esta idea, a esa locura. Sobre todo gracias a los medios y a ese resultado tan relevante que conseguí en Berlín. Creo que conecto bastante bien con las personas. Pero los que ya estaban ahí siguen tratándome exactamente igual y eso es la clave de poder mantenerme con hambre”.

¿Te esperabas ese marcón en Roma?

“Es cierto que he tenido este último mes y medio alguna complicación después del Mundial de Dinamarca que hice tan fuerte. Fui al 10.000, la preparación que no nos gusta, mantener el volumen de carga para darle algo de aire a la preparación del aire libre y no parar de golpe después del cross. Ahí coincidieron varios factores y eso me sobrecargó bastante con una inflamación en el tendón. No era grave, no reavivaba los fantasmas de Río, pero tenía que tener cuidado. Por todo esto la sensación era que no había entrenado todo lo que tenía que entrenar para Roma”.

¿Piensas que los mejores, los africanos, ya comienzan a ver con otros ojos esa melena en el tartán?

“Creo que siguen estando un escalón por encima de mí como socio, pero creo que ya les sueno. Imagino que en alguna competición tendré la oportunidad de tutearles, de medirme cara a cara. Tiene que llegar el momento de llegar a estas marcas sin que sea algo atípico. Creo que mi techo está por encima de la marca en Roma, me vi que podía dar más. Este año el objetivo es poder correr con ‘facilidad’ en estos registros, eso me daría mucha garantía y mirar con otros ojos a las finales de Mundiales y Juegos Olímpicos”.

Ahora seleccionarás muy bien donde compites hasta Doha…

“Creo que es lo que te tienes que guardar ahora. Ese regusto que me he llevado quiero guardármelo. Mi pregunta es: ¿Después de haberme recuperado progresivamente es momento de jugármela o de forzar? Yo creo que no, hay que volver a coger aire y saber seleccionar las competiciones. Ahora todos los organizadores de la Diamond se pelean por mi, por así decirlo, y hay que saber escoger”.

¿Cómo ves ese Mundial de Doha que para algunos es un poco un ‘estorbo’?

“Mi entrenador, a priori, la primera vez que vimos el calendario incluso no quería que participara en Doha por si podía ser perjudicial para Tokio. Pero yo lo veo como un caramelo, como una oportunidad. Solo que haya un par de atletas de primer nivel que hayan pensado lo mismo, al final no deja de ser una oportunidad para lograr una medalla casi única. Para empezar, meterme en una final de un Mundial, algo que no he hecho nunca. Y no puedo pensar en estar en la final olímpica si no he llegado a una antes de una gran competición. Para mí es muy interesante lo de Tokio”.

Los marchadores se están entrenando con el ejército para combatir las temperaturas de Doha. ¿Harás alguna preparación especial?

“En primer lugar yo estuve el año 2009 compitiendo en Doha, competí en diciembre y hacía calor. Imagino que en octubre aún hará más calor. Hay que tener en cuenta que la pista la han acondicionado de tal manera que a pesar de ser aire libre, que no debería poder mantenerse un circuito de aire acondicionado, parece que no se nota casi la corriente. Dentro del estadio no se va a notar y creo que la sensación en el estadio va a ser la misma que la de una pista cubierta, con esa sensación de sequedad en la boca. Voy a llegar lo más tarde posible, eso sí, a poder ser el día de antes”.

¿Te consideras un atleta diferente, un espejo para los chicos de barrio con menos recursos que sueñan con triunfar en el deporte?

“Cuando hablas de esa entrevista de Varona, me ha venido a la cabeza el flashback de este verano como quedé con los chavales del barrio para hacer una barbacoa en casa y uno de ellos hizo una base de beat box y rapeaba la entrevista de Varona. Creo que me representa esta entrevista y yo represento a esos chicos”.

“Creo que en ciertas características más personales o a la hora de competir sí que se podría considerar que conecto de esa manera como un corredor de barrio, de casta, pero lo que es a nivel de actitud yo diría que soy bastante efectivo, independientemente de que mi técnica no sea la más estética del circuito. Lo digo porque llevo trabajando con Arturo Martín desde hace muchos años y junto con él hay un docto, Carlos Besalobre, que trabaja con nosotros y ha analizado cómo corremos todos los atletas de mi grupo, con un correr precioso, estilizado. En mi caso, con estas aplicaciones me ha analizado y soy muy muy efectivo. El tiempo que estoy en el suelo, la manera de desplazarme, de empujar que tengo, creo que por eso corro tanto. Más allá de esas aptitudes que se han gestado en el barrio, correr detrás del autobús, en el metro…”.

“En mi prueba históricamente ha habido especialistas que únicamente podían correr mi prueba y eso podía llevar a que no se dignificara el 3.000 obstáculos. En mi caso creo que tengo registros y soy competitivo tanto en el cross como en el 10.000, el 5.000, el 3.000 en pista cubierta. No soy muy estético en apariencia, pero sí muy efectivo porque me puedo adaptar a varias disciplinas”.

¿En qué cree Fernando Carro que tiene mucho margen de mejora aún?

“Creo que ahora mismo estoy corriendo muy bien en disciplinas como el 10.000 o el 5.000, pero ahí es donde tengo mi nicho de mercado, tengo alma de fondista. Hace poco hice uno de los récords de la Blume en la prueba de esfuerzo. Tengo unos valores muy buenos en cuanto a valor anaeróbico o aeróbico. El obstáculo no lo preparo como una prueba a nivel técnico como hacen muchos atletas. En los 5.000 y 10.000 tengo un margen brutal en ambas y puedo crecer mucho. Aunque mi manera de saltar las vallas no sea muy bella creo que es efectiva. Mira a los kenianos, que saltan de lado y muchos quisieran ir a su ritmo”.

¿Qué impacto económico tiene para un atleta ganar una medalla en un gran campeonato?

“Para que te hagas una idea, yo que soy un atleta que ya me había movido bien en el circuito de cross (el año pasado por puntos creo que fui el cuarto atleta en nuestro país), que ya había ido a Mundiales y que había hecho grandes registros, se ha multiplicado por dos mi fijo prácticamente tras la medalla en Berlín. Y sobre todo está el respaldo de una marca como Nike, que da un golpe encima de la mesa. Eso no existí antes. Lo conozco ahora después de ver la cara y la cruz del atletismo. Eso me hace tener los pies en el suelo. Soy un atleta que he logrado una gran marca y sé que esperan mucho de mí, pero también yo mucho de ellos. Esa remuneración que tengo detrás conlleva una responsabilidad”.

Fernando Carro sería feliz si volviera de Doha….

Estar en la final es una responsabilidad y estar entre los ocho primeros es un pequeño regalo a una trayectoria, para hablar de cosas grandes y estar cerca de los mejores. Siempre he mencionado y es lo que quiero transmitir, es una lucha contra mí mismo, quiero ser el mejor Fernando Carro de la historia. Sería un premio a una trayectoria y en el fondo estar en la final de unos Juegos sería increíble. Un regalo para mí, para mi entrenador, para mi familia, compañeros, rivales…

 

 


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